El valor de las palabras
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29.
Lo hiciste muy bien. ¡Felicitaciones! Estoy seguro de que un día lo harás mejor.
Jamás olvidaré estas palabras. Me las dijo un viejo profesor, al terminar mi participación en un concurso de Oratoria. Mis manos estaban heladas. Me había olvidado el discurso por la mitad y salí avergonzado, sin tener ganas de hablar con nadie dominado por el único deseo de correr y esconderme de todos. Pero, las palabras del profesor me dieron ánimo. Mis ojos brillaron. Yo lo admiraba mucho, y creí en sus palabras. Y pensé que, un día, realmente podría hacerlo mejor.
La última vez que lo vi, él estaba cansado, y la vida ya casi se le iba.
-No tenga miedo, profesor -le dije-, ya cumplió su misión. Quisiera yo llegar a su edad, como usted.
Sus ojos brillaron. Había emoción contenida en la sonrisa que intentó dibujar en su rostro. Aquel brillo era el mismo que apareciera en mis ojos, años atrás, cuando él intentó animar a un adolecente que se sentía derrotado.
El poder de las palabras es ambivalente: puede servir para construir o para destruir. El consejo de Pablo, hoy, es que “ninguna palabra corrupta salga de vuestra boca”. La palabra “corrupta”, en el original griego, es sapros, que literalmente significa algo que se deterioró; que entró en proceso de putrefacción.
Esto revela que las palabras no son otra cosa sino la expresión de sentimientos heridos, que no fueron curados a tiempo y entraron en proceso de putrefacción dentro del alma.
El remedio es Jesús. Puedes llevar a él tus heridas, abiertas por las circunstancias de la vida. Depositar en él tus ansiedades, tristezas y aflicciones. Él colocará el ungüento sanador en las llagas más profundas de tu corazón, calmará tus dolores y te hará feliz.
Entonces, la fuente de tu espíritu será manantial de agua pura, y tus palabras, instrumentos de edificación para las vidas destruidas por las tempestades del camino.
Pero, no salgas hoy, para relacionarte con las personas, sin prestar atención al consejo del apóstol: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.
Gracias hermano cada dia he aprendido con ustedes a escuchar la voz de mi Señor,y quiero Dios todopoderoso que sigas guiando mi vida porque sin ti estoy perdida,gracias por este mensaje.
Bellas e inteligentes palabras nos expreso Dios por medio del Apostol Pablo para edificacion y practica en nuestra vida diaria;Dios me los Bendiga
Muy edificante las palabras que nos llegan hermano, es cierto que uno debe tener cuidado con lo que dice o sale de nuestra boca. bendiciones
Gracias, por ser generosos en compartir la palabra del Señor, Dios grande y bueno nunca me faltes, dame sabiduría para impedir que de mi boca salgan palabras hirientes. Bendiciones a todos
Un lindo mensaje, que en este dìa edifica mi vida y el Señor habla a mi corazòn.
Gracias,por estos espacios han sido de gran bendicion para mi vida, y que nunca dejen de llegarme estos mensajes, Papa Dios gracias por SER QUIEN ERES..
Que gran lectura Dios mio. Casualidad hoy me paso algo parecido pero antes de platicar le pedi a JESUS que todas las palabras que salieran de mi boca fueran habladas por el.GRACIAS por esos mensajes tan bellos que se han vuelto parte de mi vida.Mil bendiciones
Gracias por esos mensajes tan lindos, Son una bendicion de Dios para mi por que me ayudan a seguir adelante… Dios los bendiga a todos
OH,PADRE,ESCUDRIÑA MI CORAZON,LIMPIALO DE TODA HERIDA DEL PASADO,QUITA TODA ANGUSTIA O RESENTIMIENTOS,SOY TU HIJA Y COMO TAL DEBO ESTAR LIBRE TODA PUTREFACION. GRACIAS EN EL NOMBRE DE JESUS AMEN.
que bello
muy buena aportacion querida hermana. muchas gracias y sigue adelante bendiciendo a muchos más.