«No pude abrazarla como hubiese deseado»

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Sucedió el 24 de julio de 1899 en el Nuevo Café de la Montaña, situado en los bajos del Gran Hotel de París de la Puerta del Sol en la ciudad de Madrid, marcado posteriormente con una placa que dice: «Aquí estuvo el Café de la Montaña, lugar de tertulia del escritor Ramón del Valle-Inclán». Cuando llegó a la tertulia aquella tarde, Valle-Inclán pidió un café con leche y una botella de agua, se sentó a la mesa y se unió a la acalorada discusión sobre el duelo anunciado entre un caricaturista portugués, amigo suyo, y un joven aristócrata andaluz. Unas noches atrás, en el Paseo de la Castellana, éstos habían tenido una disputa en torno a la valentía de portugueses y españoles.

A Valle-Inclán el asunto lo había irritado mucho. El portugués no había tocado nunca un arma, por lo que se había puesto a recibir apresuradas lecciones de un militar amigo. Y uno de los que le habían llevado la carta de desafío al día siguiente de la disputa era el cronista Manuel Bueno, que era precisamente uno de los tres con los que Valle estaba ahora discutiendo. De ahí que Valle le reprochara a Bueno que éste no hubiera tratado de calmar los ánimos del joven español agraviado a fin de evitar el duelo. Ante la respuesta de Manuel Bueno, se dice que Valle le recriminó: «¡No sea usted majadero, que usted no sabe una palabra de eso!»1

Acto seguido, Manuel Bueno, sintiéndose ofendido él mismo, alzó su bastón para golpear a su adversario, que trató de protegerse con el antebrazo izquierdo. Pero el impacto hizo que el gemelo de la camisa de Valle se clavara en su piel, ocasionándole una profunda herida que acabó por infectarse y producirle gangrena en el brazo. Lamentablemente, el médico y cirujano Manuel Barragán y Bonet juzgó necesario amputarle el brazo a Valle-Inclán, certificando que se lo amputó a causa de «una fractura con herida en los huesos del tercio inferior de la extremidad».2

Algún tiempo después, los dos hombres volvieron a encontrarse. Manuel Bueno, contrito y apenado, ofreció su mano a Valle-Inclán, que aceptó de buena gana las disculpas de su rival, consciente de que no fue un acto intencional lo que lo había convertido, a la edad de treinta y tres años, en el segundo manco más famoso de las letras hispanas después de Cervantes. Y como si no fuera mayor cosa, en una entrevista que se le hizo en el periódico La Esfera en 1915 Valle-Inclán le dijo al periodista: «Solamente he echado de menos el brazo perdido cuando murió mi pobre hija… Se moría, y yo no pude abrazarla como hubiese deseado.»3

«¡Qué conmovedor que eso fuera lo que más lamentara el escritor gallego como resultado de la amputación del brazo! Es que, para los que disfrutamos de la relación paternal que Dios ha querido que tengamos con nuestros hijos, no hay nada en el mundo que supere lo que sentimos cuando abrazamos a uno de ellos. Gracias a Dios, Él siente lo mismo cuando permitimos que nos abrace a nosotros como hijos suyos. Cuando volvemos al seno de su hogar, nuestro Padre celestial corre a nuestro encuentro para abrazarnos y así mostrarnos lo mucho que nos ama. Más vale que nos dispongamos a recibir ese gran abrazo divino.4

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


1Antonio Astorga, «Valle-Inclán, 77 años sin el gran capitán lírico de la literatura española», ABC, Cultura, 1 julio 2013 <Valle-Inclán, 77 años sin el gran capitán lírico de la literatura española> En línea 4 septiembre 2018; Antonio Iraizoz, «Leal da Câmara (I)», Pessoas en Madrid: Huellas de Portugal en Madrid (Hechos y personajes portugueses en el arte y la historia de Madrid), 25 septiembre 2012 <http://pessoasenmadrid.blogspot.com/2012/09/leal-da-camara-i.html> En línea 5 septiembre 2018.
2Ignacio S. Calleja, «La verdadera historia por la que Valle-Inclán quedó manco en un café de la Puerta del Sol», ABC, Curiosidades de Madrid, 24 febrero 2015 <https://www.abc.es/madrid/20150224/abci-curiosidad-valle-inclan-pierde-201502181357.html> En línea 4 septiembre 2018.
3«Valle-Inclán en su gabinete» (Entrevista), La Esfera, 6 marzo 1915, citado en J. M. Ramos, «Cómo perdió su brazo Valle Inclán», Pontevedra: Curiosidades históricas, 23 enero 2015, Extraído de José M. Ramos González, De la tinta a la sangre: Literatos en duelo <http://pontevedracuriosa.blogspot.com/2015/01/como-perdio-su-brazo-valle-inclan.html> En línea 4 septiembre 2018.
4Lc 15:11-24; Jn 1:12

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