Repare sus relaciones rotas

relacionerotas2 Corintios 5.17-21
Cuando el pecado entró en el mundo, muchos aspectos de la existencia fueron afectados negativamente, entre ellos las relaciones. Se creó una barrera entre Dios y la humanidad, y también entre las personas.

Desde que Adán y Eva pecaron, todas las generaciones posteriores han tratado de ocultar su pecado, esconderse de Dios, y culpar a los demás. Por tanto, las familias se distancian, las amistades se acaban, y quienes amamos una vez se convierten en nuestros enemigos.
Reparar las relaciones rotas no se hace con rapidez ni es fácil, pero como creyentes estamos llamados a vivir en armonía unos con otros. Porque sabemos que el pecado distanció a la humanidad de Dios, podemos aprender cómo arreglar las cosas considerando lo que hizo el Señor para reconciliarnos con Él.

Tome la iniciativa: El Señor se acercó a nosotros cuando éramos sus enemigos (Ro 5.6-11), y Él nos llama a hacer lo mismo, ya sea que seamos el agraviante (Mt 5:23, 24) o el agraviado (Lc 6.27, 28).
Perdone todas las ofensas: Se nos dice que perdonemos a los demás de la misma manera que Dios nos perdonó a nosotros (Col 3.12, 13). Esta renuncia incondicional a nuestro derecho de hacer a otros pagar sus agravios, no está limitada por el grado ni por las veces que nos ofendan.
Esfuércese por restaurar la relación: Dios nos reconcilió en Cristo, no tomando en cuenta nuestros pecados (2 Co 5.17-21.). Siguiendo su ejemplo, debemos reconciliarnos unos con otros con amor, sin aferrarnos a los agravios recibidos (1 Co 13.4, 5).
Espere, y confíe el resultado a Dios: El perdón es obligatorio, pero la reconciliación es una calle de dos vías. Así como muchas personas rechazan la oportunidad de reconciliarse con Dios por medio de Cristo, hay quienes pueden negarse a participar con nosotros en la reparación de una relación humana. Dios, quien desea que todos procedan al arrepentimiento (2 P 3.9), responde esperando con paciencia. Del mismo modo, debemos hacer esfuerzos por vivir en paz y vencer el mal con el bien. La manera de hacerlo es siendo benévolos y bendiciendo a quienes rechazan la restauración (Ro 12.17-21; 1 P 3.8-12).

Preguntas para reflexionar

¿Tiene usted alguna relación que necesita reparar? ¿Qué le está impidiendo iniciar la reconciliación?
Si ha intentado la restauración, pero la otra persona la ha rechazado, ¿de qué manera está usted respondiendo? A pesar del distanciamiento, ¿qué puede usted hacer para mostrar amor y amabilidad?

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