AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS
Servíos por amor los unos a los otros.
Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad y alguno lo hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados.
Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor fraternal no fingido. Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, pues el que ama al prójimo ha cumplido la Ley.
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad, porque «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes».
Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos.
Gal.5:13; 6:1,2 Stg.5:19,20 I P 1:22 Ro.13:8; 12:10 I P5:5 Ro.15:1