Consulta a Dios

Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos. 1 Crónicas 14:10.
Iris desea conocer la voluntad de Dios: tiene dos pretendientes, y no sabe a cuál de ellos aceptar. Siempre soñó con tener un hogar feliz; tal vez, porque viene de un hogar de padres separados, y no quiere equivocarse en la elección del amor de su vida.
El sol acaba de despuntar, sonriendo a la tierra con sus rayos dorados. Iris se arrodilla, y desaña a Dios: “Señor”, le dice, “yo sola no puedo decidir; necesito de tu ayuda. Voy a salir ahora hacia el trabajo. El primero de los dos muchachos que aparezca vistiendo camisa azul, será el que yo aceptaré. Por favor, muéstrame tu voluntad”.
La joven, de cabellos rizados y ojos color de miel, cree que está consultando a Dios y dándole la oportunidad de responderle. Mucha gente, como Iris, en diferentes lugares del planeta, cree que puede probar a Dios de esa manera, y con frecuencia, la aparente respuesta de Dios no les funciona o les funciona mal.
El versículo de hoy dice que David, antes de dirigirse a la batalla, consultó a Dios. No lo puso a prueba, como lo hizo Iris, sino que conversó con él. En aquellos tiempos, Dios aún hablaba con su pueblo personalmente; hoy, continúa haciéndolo, pero a través de su Palabra escrita, que es la Biblia.
Si deseas escuchar la voz de Dios, todo lo que necesitas hacer es abrir la Biblia y estudiarla con sinceridad de corazón. Dios no te dejó sin orientación: en la Biblia, hay consejo para todo. El Señor no está interesado solo en tu vida espiritual. Juan dijo: “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas”. Todo es todo. La vida material, profesional, familiar, en fin-
La mayoría de las decisiones equivocadas que tomamos son causadas porque no vamos a la Palabra de Dios en busca de orientación. Vivimos en un mundo de misticismo, en el cual muchos buscan sensaciones sobrenaturales; se quedan contemplando la naturaleza, en busca de manifestaciones sensoriales. Quieren oír la voz de Dios de forma audible, o entonces echan suertes, como lo hizo Iris.
Dios es Dios; si lo desea, puede hacerte oír su voz. Pero, en la mayoría de los casos, respondió a las preguntas de tu corazón en su Palabra; solo debes abrirla y meditar en ella.
Haz de este un día de estudio de la Biblia, y recuérdate que: “David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos”.

Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los

filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos. 1 Crónicas 14:10.

Iris desea conocer la voluntad de Dios: tiene dos pretendientes, y no sabe a cuál de ellos aceptar. Siempre soñó con tener un hogar feliz; tal vez, porque viene de un hogar de padres separados, y no quiere equivocarse en la elección del amor de su vida.

El sol acaba de despuntar, sonriendo a la tierra con sus rayos dorados. Iris se arrodilla, y desaña a Dios: “Señor”, le dice, “yo sola no puedo decidir; necesito de tu ayuda. Voy a salir ahora hacia el trabajo. El primero de los dos muchachos que aparezca vistiendo camisa azul, será el que yo aceptaré. Por favor, muéstrame tu voluntad”.

La joven, de cabellos rizados y ojos color de miel, cree que está consultando a Dios y dándole la oportunidad de responderle. Mucha gente, como Iris, en diferentes lugares del planeta, cree que puede probar a Dios de esa manera, y con frecuencia, la aparente respuesta de Dios no les funciona o les funciona mal.

El versículo de hoy dice que David, antes de dirigirse a la batalla, consultó a Dios. No lo puso a prueba, como lo hizo Iris, sino que conversó con él. En aquellos tiempos, Dios aún hablaba con su pueblo personalmente; hoy, continúa haciéndolo, pero a través de su Palabra escrita, que es la Biblia.

Si deseas escuchar la voz de Dios, todo lo que necesitas hacer es abrir la Biblia y estudiarla con sinceridad de corazón. Dios no te dejó sin orientación: en la Biblia, hay consejo para todo. El Señor no está interesado solo en tu vida espiritual. Juan dijo: “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas”. Todo es todo. La vida material, profesional, familiar, en fin-

La mayoría de las decisiones equivocadas que tomamos son causadas porque no vamos a la Palabra de Dios en busca de orientación. Vivimos en un mundo de misticismo, en el cual muchos buscan sensaciones sobrenaturales; se quedan contemplando la naturaleza, en busca de manifestaciones sensoriales. Quieren oír la voz de Dios de forma audible, o entonces echan suertes, como lo hizo Iris.

Dios es Dios; si lo desea, puede hacerte oír su voz. Pero, en la mayoría de los casos, respondió a las preguntas de tu corazón en su Palabra; solo debes abrirla y meditar en ella.
Haz de este un día de estudio de la Biblia, y recuérdate que: “David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos”.

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