AMALA INCONDICIONALMENTE

Ámala incondicionalmente 

 Y él le dijo; «Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?» En todo esto no pecó Job con sus labios. Job 2: 10Confianza plena es una de las características maravillosas de la vida matrimonial. La intimidad con la esposa hace que el esposo confíe plenamente en ella. Es maravillosa la confianza con que actúan los esposos. Pueden abrir sus corazones y decirse tranquilamente lo que piensan y lo que sienten.
Sin embargo, por desgracia, el esposo puede hablarle descomedidamente a su esposa. Con frecuencia, la esposa es víctima de las peores palabras. Más que con cualquier otra persona, el esposo debe cultivar con su esposa la pureza verbal.
Job es un ejemplo del buen trato que se debe dar a la esposa. Job fue muy cuidadoso al dirigirse a su esposa. Aunque se encontraba bajo una gran crisis, fue capaz de dirigirse a ella con respeto y cortesía.
Independientemente de cuántos títulos posea, de la posición social que ocupe, o de cuánto dinero tenga el esposo, debe hablar con respeto a su esposa. No importa cuánto tiempo haya estado casado con su esposa, o cuál sea la crisis que esté enfrentando, debe hablarle con amor y dulzura. Debe recordar que las palabras pueden herir más que los puños o los cuchillos: «Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada» (Prov. 12:18).
Cuando celebré la ceremonia matrimonial de mí querida hija, desafié al joven con quien se casaba para que compitiera conmigo y me superara dándole a ella un mejor trato del que yo le había dado. Le dije que una esposa florece en un contexto de amor y aceptación. Ella es una creación única. Dios la convirtió en la mujer que es. No exijas a tu esposa que piense como tú. Acéptala totalmente, ámala incondicionalmente. Ella es la esposa que Dios te dio. Tu esposa es la mujer que Dios está formando. Eso exige aceptación total y amor incondicional de tu parte.
La combinación de una aceptación total con el amor incondicional fortalecerá los lazos que unen tu relación matrimonial. Cuando lleguen las dificultades que a veces son inevitables en la vida (problemas en el trabajo, problemas con enfermedades crónicas o defectos congénitos), podrán hacerle frente con ánimo y fortaleza.
Toma la decisión hoy de no herir a tu esposa ni con las palabras. Dile cuánto vale ella para tí. Y si no sabes cuánto vale ella para ti, pídele a Dios que te dé sabiduría, pues desconoces el valor de la relación más importante de la vida. Dile que si tuvieras que elegir nuevamente a la mujer con quien pasarías la vida entera, la elegirías de nuevo a ella.
El matrimonio no es para niños 

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño jugaba como niño; mas cuando ya fui hombre dejé lo que era de niño. 1 Corintios 13:1Escuché a una pareja de esposos enfrascados en una fuerte discusión, hasta el punto de irritarse, enojarse seriamente y herirse con las palabras. Todo comenzó con una observación hecha por la esposa mientras viajaban en su vehículo a la casa de una amiga Ella le dijo que la ruta que había tomado no era la correcta y que debía virar hacia la derecha. Él afirmó que iba por el camino correcto y que de ninguna manera iba a cambiar de dirécción. La esposa se molestó porque él no aceptó la sugerencia. Y él se sentía muy incómodo porque entendía que aquella era un orden y ya estaba cansado de que lo mandaran. ¿Sabes quién tenía la razón? La esposa. El esposo, un hombre de cincuenta y dos años de edad, estaba equivocado, pero se aferró a su punto de vista.
Pero bien podría ser la esposa la que estaba equivocada. Para el caso es lo mismo Una persona madura acepta los problemas y no permite que se conviertan en una crisis La actitud infantil, o de inmadurez, es otra de las señales que se debe tomar muy en cuenta para evitar problemas graves en la relación matrimonial. Los cónyuges inmaduros se provocan y se irritan mutuamente. ¿Cómo saber cuándo se actúa con madurez o inmadurez?
Hay varios rasgos y actitudes que muestran que una persona es madura:
• Acepta la responsabilidad por sus acciones.
• No procura justificar sus errores señalando los defectos de los demás.
• Acepta y entiende a las otras personas.
• Tiene la capacidad de aceptar a los demás, incluso con todos sus defectos.
• Admite los cambios que se producen en los otros en el proceso de crecimiento. Las personas cambian con la edad. ¿Significa que se vuelven mejores? ¿Qué se vuelven más agradables? Normalmente se vuelven más radicales y firmes en sus puntos de vista y, naturalmente, se les hace más difícil aceptar el punto de vista de los otros. Por eso necesitan comprensión. Las personas maduras pueden comprenderlas.
La inmadurez es uno de los defectos que pueden causar problemas en el matrimonio. Puede agravarse con el tiempo, hasta el punto de que el cónyuge pueda decir «¡Imposible! No puedo continuar así toda mi vida».
La vida matrimonial es fascinante. Fue creada para nuestra felicidad. Pide hoy Señor que te cambie, que haga de ti un cónyuge maduro que acepte a los demás a pesar, de sus faltas.

 Dios te bendiga; es mi deseo y oración,

Febrero, 22 2009¡El Dios al que yo sirvo esta aquí!Si tienes un pedido de oración envíalo a cielo77014@hotmail.com Oramos  por ti y por tu pedido de oracion.  

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