EL LABORATORIO DE DIOS
“Esta es la razón por la que nunca nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desmoronando, nuestro ser interior va recibiendo día tras día nueva vida…
Y es que nuestro objetivo no son las cosas que ahora vemos, sino las que no vemos todavía. Esto que ahora vemos, pasa; lo que aún no se ve, permanece para siempre” 2 Corintios 4:16,18 (LP10)
El Señor somete a cada uno a una larga y dolorosa prueba, pero CREA EN ÉL, no será en balde. No podemos medir las consecuencias de las pruebas inmediatamente porque Dios nos forma a la vez tanto para la tierra como para el cielo, teniendo puesta nuestra perspectiva de estar en un futuro con ÉL.
Alguien dijo una vez que LA TIERRA ES EL LABORATORIO DE DIOS porque él lleva a cabo sus planes celestiales en nosotros y su duración es eterna.
Como seres humanos, creemos que Dios debería mostrarnos su amor haciéndonos la vida más fácil y que nuestros problemas en el trabajo, con la familia, con los amigos, la salud, etc… sean más fáciles de soportar.
Muchos de nosotros disfrutamos de estas cosas mientras otros ni siquiera tienen la mitad de ellas. Deberíamos estar más agradecidos de que pasemos por pruebas porque ahí es cuando Dios más se revela a nuestra vida.
LA FE SIEMPRE VA MÁS ALLÁ DE LO QUE PODEMOS VER. Dios nos enseña a considerar las cosas por lo que realmente valgan, nos enseña EL LENGUAJE DE LA FE, su forma de ver lo que nosotros no podemos ver y cada día se revela a nuestra alma para que abandonemos aquello que no le agrada. Por eso es tan importante entender EL FRUTO DE LAS PRUEBAS por las que pasamos, porque nos da a conocer su PAZ, su AMOR y sobretodo nos enseña a tener PACIENCIA.
Luego, cuando hayamos pasado la prueba, conoceremos “un excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17).
Entonces es cuando Dios secará toda lágrima de nuestros ojos (Apocalipsis 21:4).