Apariencias

El ser humano tiende a vivir de apariencias y muchas veces lo hace buscando la aprobación de un grupo de personas o simplemente por aparentar a los demás lo que no es en realidad. Las apariencias nos llevan a mostrar características de personas que no somos, lo más triste es que nos engañamos a nosotros mismos y no a los demás. El Señor Jesús siempre habló de dos grupos en especial en el Nuevo Testamento, los fariseos y los saduceos. Estos dos grupos, aunque eran los partidos o sectas poderosas de esa época, vivían una ‘falsa religión’, pues ellos tenían dos caras como una moneda: al pueblo le mostraban una, pero el Señor Jesús sabía quiénes eran en realidad. Mira lo que la Palabra nos enseña acerca de las apariencias en este día:

“¡Ay de ustedes!, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza” (Mateo 23:27 DHH). ¿De qué nos sirve vivir una vida de apariencia frente a las personas, pero frente a Dios estamos mal parados? ¿De qué nos sirve ser como sepulcros blanqueados? De nada.  No tiene sentido vivir una salvación ‘de mentiras’ para agradar a algunas personas, cuando nuestra propia relación con Dios es un total desastre. De este pasaje podemos sacar dos grandes lecciones.

La primera de ellas es ser llamado SEPULCRO BLANQUEADO. Si te has preguntado, un sepulcro blanqueado se ve muy bonito por fuera, resplandeciente ante la mirada de los hombres, pero ¿qué hay en su interior? No hay nada, está completamente vacío. Quiere decir que la presencia del Espíritu Santo no está en esa persona. 1 Samuel 16:7 RVR nos enseña una tremenda verdad: “porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. No tiene sentido vivir un evangelio de apariencias cuando todos sabemos que, “nadie puede burlarse de Dios” (Gálatas 6:7 DHH). Los hombres pueden creer que tu relación con Dios marcha bien, inclusive puedes demostrarles eso, pero Dios siempre se fijará en lo que hay en tu corazón, delante de Él estás completamente desnudo, ¿a quién crees que puedes engañar?

Segundo, ser llamado HUESOS MUERTOS. Bien decía el Señor Jesús que estos personajes eran como huesos muertos, pues su vida espiritual estaba completamente apagada, hacían creer a los demás que estaban bien delante de Dios, pero cada vez que se encontraban con el Señor Jesús, este les revelaba su verdadera condición y eso era lo que ellos más odiaban, que alguien les dijera tal verdad. Esa condición de muerte, la cual podemos llamar muerte espiritual, de seguro acarrea consecuencias terribles, Eclesiastés 9:5 (NTV) dice, “los que están vivos al menos saben que un día van a morir, pero los muertos no saben nada”. Un ‘muerto espiritual’ siempre negará la realidad de su condición y la realidad del pago que tendrá al final. No sé en qué condición estés delante del Señor, pero si estás viviendo un evangelio de apariencias, quiere decirte en este día que aún hay tiempo de corregir tu camino y volver a cultivar tu relación con Jehová Dios. La Palabra nos enseña que “los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia” (Proverbios 28:13 NTV), aún hay misericordia para ti. Espero que este mensaje haya hecho eco en tu espíritu, si quieres ser de bendición hoy, te invito a compartir este mensaje con otras personas. Dios te bendiga sobreabundantemente siempre.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla

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