Pocos días

A pocos días de terminar un año más, muchos analizan lo que fue su vida ministerial para darse cuenta qué resoluciones pudieron mantener y cuáles sencillamente no pudieron cumplir. Siempre he creído que Dios está en control, pero debemos ser diligentes respecto a lo que nos corresponde. Jamás lograremos nuestras metas si no involucramos a Jehová Dios en el asunto, pues la misma Palabra nos enseña que, “sin mí (o sea sin Él) no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5 DHH). Pon cada resolución en las manos apropiadas, no te afanes en tus propias fuerzas, “confía en Dios y Él hará” (Salmos 37:5 RVR1960). Quizá para algunos el 2017 fue un año difícil, un año por el que pasaron muchas cosas, pero creo que de cada una de ellas el Señor tuvo que enseñarte algo. Para otros fue un año de victorias singulares, de promociones, pero sin importar qué tipo de año hayas tenido, lo verdaderamente importante es saber que Dios no te abandonó, sino que estuvo contigo todo este tiempo.

Faltan pocos días para despedir este 2017 y la pregunta es ¿qué harás para Dios en el 2018? ¿Te pondrás a cuentas respecto a lo que no hiciste? Lo mejor que podemos hacer nos lo enseña la Palabra en Eclesiastés 5:5 DHH, “pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir”. No se trata de prometer al Señor cosas que sabes son imposibles de cumplir, se trata de obediencia, de sumisión… Cuando estas cosas suceden será más fácil  ver el cumplimiento de lo que quieres ver para tu vida. No intentes ponerte al día, pues será una tarea bien difícil, lo mejor que puedes hacer es dejarte guiar por el Señor y cumplir. En vano es hacer tantas promesas, en vano es decirle al Señor tantas cosas cuando sabemos que no cumpliremos ni la mitad de ellas. Con el llamado de Samuel aprendí algo bien singular y es acerca de la disposición. Cuando el Profeta Samuel fue llamado, inicialmente no sabía quién le hablaba, pero cuando se le reveló quién lo estaba llamando pronunció unas palabras bien poderosas: “habla, porque tu siervo oye” (1 Samuel 3:10 RVR1960), esa es  disposición que debemos tener de cara a enfrentar un nuevo año en el Señor. Cuando le decimos a Dios que hable es porque estamos dispuestos a hacer Su voluntad.

Cada año que pase deberíamos poner en práctica lo que el Señor Jesús dijo, “mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra” (Juan 4:34 NBD). En vez de pensar resoluciones difíciles de cumplir, más bien preocupémonos más por hacer la voluntad del Padre; es por ello que, debemos estar siempre atentos a escuchar Su voz para saber qué cosas demanda que hagamos. No sé si notaste algo importante en este verso: el Señor Jesús dice hacer y terminar, dos aspectos bien importantes que debemos practicar, pues si hijos, entonces deberíamos parecernos más a nuestro Padre, porque “estoy seguro de que Dios, que ha comenzado en vosotros una labor tan excelente, la llevará a feliz término en espera del día de Cristo Jesús.” (Filipenses 1:6 BLP). Así que termina lo que empieces, no lo abandones ni lo dejes a medias. Faltan pocos días para terminar el 2017, asegúrate de estar dispuesto a escuchar la voz de tu Pastor y de terminar la obra que te envíe a hacer. Espero que esta corta reflexión haya sido de bendición para tu vida. No se te olvide compartir, sé de bendición para otros.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla

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