La primera mujer hispana candidata a la presidencia de su país
(Día Internacional de la Mujer)
La llamaron «Prudencia la loca» y se burlaron de ella por ser mujer, madre soltera e indígena. No obstante, luchó con tanto empeño por sus derechos como mujer ciudadana que se postuló a la presidencia de El Salvador en 1930, ¡a pesar de que en aquel entonces las mujeres no tenían siquiera derecho al voto!
Tras su muerte en 1936 a los cincuenta y un años de edad, la historia y los medios de comunicación la olvidaron. Pero en la actualidad se le recuerda como una mujer ejemplar, digna de ser imitada. Esa es, en resumen, la carta de presentación de Prudencia Ayala, quien irónicamente bien pudo no haber terminado siquiera sus estudios primarios.
Es que desde su nacimiento cerca de Sonzacate en medio del campo donde su mamá estaba cabalgando durante una noche de tormenta, Prudencia vivió una infancia muy pobre. Y como no tenía a nadie que la ayudara, su formación fue la de una autodidacta que sin duda pasaba mucho tiempo leyendo las noticias y opiniones que llegaban de Estados Unidos y de Inglaterra.1
¿Quién hubiera pensado entonces que en 1930 se lanzara a la candidatura presidencial de El Salvador, convirtiéndose en la primera mujer en dar ese paso en toda América Latina? Prudencia misma lo explica de este modo en el editorial del diario Redención Femenina, que fundó y dirigió a fines de la década de 1920:
«La mujer ha gobernado en Europa en el sistema monárquico. ¿Qué de extraño tiene que gobierne en las Repúblicas del Continente indo-latino-hispanoamericano en el sistema democrático? … Puesto que el hombre y la mujer forman el cauce del mundo… [—]el hogar… [y] la sociedad[—], los dos deben formar el concepto ciudadano y construir las leyes democráticas contra la esclavitud. Los dos deben formar el gobierno.»2
El programa de gobierno de Ayala promovía no solamente los derechos ciudadanos de la mujer, sino también el apoyo a los trabajadores, la honradez y competencia en la administración pública, la prohibición del uso de armas en el Congreso, la limitación de la distribución y consumo del aguardiente, la libre expresión y el respeto por la libertad de culto.
El único que salió en defensa de ella fue el periodista y político salvadoreño Alberto Masferrer, que escribió en el diario Patria: «Prudencia Ayala defiende una causa justa y noble, cual es el derecho de la mujer a ser elector y ocupar altos puestos. Su programa de gobierno no es inferior en claridad, sentido práctico y sencillez, al de otros candidatos que se toman en serio.»3
Luego de que la Corte Suprema de Justicia fallara en su contra, alegando que ella no podía ser candidata porque las leyes no le concedían el derecho ciudadano a la mujer, Prudencia respondió al dictamen mediante carta abierta en la que escribió: «Los políticos que me han ridiculizado quedan perdonados con todo corazón…. Me alejo grata de… que han prestado atención a la justicia que reclamo en el campo de la ley.»
Lamentablemente, no fue sino hasta 1950 que las mujeres pudieron elegir y ser elegidas en el ámbito político salvadoreño.4
¡Quiera Dios que, así como Prudencia Ayala, elijamos nosotros no sólo reclamar justicia en nuestra sociedad, sino también seguir el ejemplo y la enseñanza de Jesucristo de perdonar a nuestros enemigos, y hacerlo de todo corazón!5
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net
1 | Analía Llorente, «Quién es Prudencia Ayala, la primera mujer en América Latina que aspiró a la presidencia de un país y a la que tildaron de loca», BBC Mundo, 22 mayo 2018 <https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43958266> En línea 20 octubre 2021. |
2 | Ibíd.; Wikipedia, s.v. «Prudencia Ayala» <https://es.wikipedia.org/wiki/Prudencia_Ayala> En línea 20 octubre 2021. |
3 | Analía Llorente. |
4 | Ibíd. |
5 | Pr 21:3; Is 1:17; Am 5:24; Mt 5:44; 6:14-15; Mr 11:25; Lc 6:27; 23:34; Ro 12:17-21; Ef 4:31-32 |