«Como si me clavaran una puñalada»
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:
«Hace dieciocho años mi esposa me fue infiel… con alguien que decía ser amigo…. Pero debido a que yo le era infiel a ella… decidí perdonarla…. Siempre ha sido una excelente madre, y ahora es una gran abuela para dos nietos que tenemos.
»Hemos sido muy felices desde la reconciliación hasta hace dos meses, cuando el tipo con quien me fue infiel le escribió al Facebook. Ella le contestó e intercambiaron algunos mensajes —nada fuera de lo común—; pero a mí me hizo sentir como si clavaran una puñalada en mi corazón, y siempre me vienen recuerdos de su infidelidad…. Ella está arrepentida, y dice que sólo le contestó porque necesitaba sanar su corazón y perdonar, pero yo desde ese día no puedo estar en paz.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimado amigo:
»¡Lo felicitamos por superar una crisis en su relación conyugal y resolver sus diferencias! El hecho de que han sido felices durante todos estos años es prueba de que los problemas matrimoniales pueden resolverse cuando ambos cónyuges consienten en perdonar y olvidar. Usted les ha dado algo maravilloso a sus hijos al proveerles un hogar estable. Los dos deben sentirse orgullosos por resolver sus problemas en beneficio de toda la familia.
»Usted no menciona cómo es que supo acerca de los mensajes recientes de su esposa en Facebook, pero parece como si de común acuerdo han tomado la sana decisión de compartir su actividad en las redes sociales. Menos mal que no son como los esposos imprudentes que se ocultan el uno al otro lo que escriben en las redes. Como su esposa no mantuvo secretos sus mensajes en Facebook, usted pudo ver por sí mismo que no había nada fuera de lo común en esos mensajes en particular.
»Si bien estamos muy de acuerdo con que su esposa debe bloquear a ese tipo como su amigo en Facebook, concordamos con usted en que no sucedió nada fuera de lo común. Un breve intercambio por Internet del que usted tiene conocimiento no es, en definitiva, suficiente como para haberle quitado la paz y haberlo atrapado en un ciclo de pensamiento constante acerca de la infidelidad de su esposa….
»Hace mucho tiempo usted perdonó a su esposa y borró del registro lo que ella hizo, y luego vivió felizmente durante todos los años que siguieron. Al hacerlo, estaba siguiendo el ejemplo de Dios de perdonar y olvidar. Pues una vez que le pedimos a Dios perdón por nuestros pecados, Él los borra del registro y no vuelve jamás a recordárnoslos. Como nuestro Juez celestial, Él nos declara “inocentes” y ya no nos pide cuentas de esos pecados. Siga el ejemplo de Dios y recobre la felicidad.»
Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 701.
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net