Ansiedad debido a una mala experiencia laboral

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«… Tuve un trabajo tóxico que me llevó a caer en depresión y ansiedad crónica…. Renuncié… [pero] hoy estoy en un mejor empleo, más tranquilo y… también mejor remunerado.

»Sin embargo, el trauma de la mala experiencia laboral me está afectando. Tengo miedo hasta de leer mi correo electrónico y de que me escriba mi jefe….

»Quiero ser feliz con lo que tengo, pero no lo consigo.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»… Usted no dice cuánto tiempo trabajó bajo estrés, pero es evidente que fue lo suficiente como para alterar las sustancias químicas en su cerebro…. Cuando el estrés se prolonga, puede perjudicar nuestro corazón y otros órganos de nuestro cuerpo. Mientras sufrimos el estrés, nuestro cuerpo reacciona huyendo o luchando. Eso quiere decir que nuestro corazón acelera su latido a fin de prepararnos para confrontar el peligro o huir, y comenzamos a respirar con mayor rapidez. Esas reacciones físicas las monitorea nuestro cerebro, y la adrenalina comienza a fluir a través de nuestro cuerpo, dándonos de repente más fuerza y concentración. Como resultado, nos agitamos y nos disponemos ansiosamente a actuar.

»Dios nos creó de tal manera que esas reacciones nos auxiliaran en momentos de peligro, pero cuando esos momentos se prolongan… nuestro corazón, nuestro sistema respiratorio e incluso nuestro sistema digestivo sufren los efectos de una incesante demanda de sus servicios. Nuestro cerebro produce las sustancias químicas necesarias para mantenernos en estado de alerta y listos….

»Una de las cosas más rápidas y prácticas que podemos hacer es detenernos y ordenarle a nuestro cuerpo que respire con más lentitud. A medida que respiramos lenta y profundamente, podemos clamar a Dios pidiéndole ayuda.

»Lea y memorice el pasaje bíblico escrito por el apóstol Pablo que dice: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”1 Concéntrese en las palabras a medida que respira….

»Cuando usted logra respirar con más lentitud, su corazón late también con mayor lentitud. Cuando su cerebro se concentra en Dios y en el poder que Él tiene para cuidar su corazón y su mente, tarde o temprano le llega el mensaje de que ha desaparecido el estrés. Sin embargo, si después de intentar lograrlo durante… algunos meses, todavía sigue sufriendo, entonces le recomendamos que acuda a un consejero profesional o que forme parte de un grupo de terapia compuesto de personas que, así como usted, tienen la tendencia de sentirse ansiosas.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El caso completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 709.

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


1Fil 4:6-7 (NVI)

Un Mensaje a la Conciencia

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