«Si tú tienes una mujer»
Imagen por jacilluch
(Antevíspera del Día Internacional de los Derechos de la Mujer)
«La dialéctica de Atá era sencilla y terrible….
»“… Si tú tienes una mujer y eres pobre y estás en la cárcel… ¿cómo la ayudas? ¿Con los veinte dólares que te darán cuando te vayas de aquí? Muchas veces la mujer de la casa está pasando trabajo. No tiene dinero para venir a verte. Los chiquillos tuyos están pasando hambre. Ella es atractiva…. Entonces, si un policía gringo que gana más de quinientos dólares al mes se ofrece a ayudarla, ella cae. Las chombitas también se enredan con los policías negros que ganan más de doscientos dólares al mes. Tú no le puedes dar nada. Ellos te ayudan aquí y te ayudan en tu casa con tus hijos. Y tu mujer te sigue queriendo… Yo no creo que hay que disgustarse mucho si algunas mujeres ayudan de esa manera a su marido que está preso… ¿Qué opina usted, [jefe]?”
»En la vida me ha tocado con frecuencia encontrarme con personajes raros, pero este soberbio rubio-negro me desconcertaba. Se ofendía de que lo acusaran de haber violado a la muchacha norteamericana por cuya falta estaba cumpliendo cincuenta años de cárcel; pero no tuvo ningún pudor en aceptar que la mujer de un presidiario se debe acostar con un guardia en nombre de su bienestar carcelario. Aceptaba que si estábamos castigados, este castigo se extendía hasta nuestras mujeres y hermanas, y que el disfrute del bienestar se pagaba con el dolor del escarnio y el ultraje a nuestra dignidad.
»… [Sin embargo,] para nosotros los latinos una mujer es algo sagrado. Y aun cuando tengamos varias mujeres en nuestra vida, cada una de ellas es nuestra virtud personal. Nos hiere que nos ofenda y nos mancille nuestro honor.»1
¡Qué triste realidad la que describe el escritor Joaquín Beleño por medio del narrador de su obra titulada Gamboa Road Gang (Los forzados de Gamboa)! Es la segunda novela de su trilogía que pone el dedo en la llaga de la problemática social en torno a la Zona del Canal de Panamá, habiendo recibido por la primera, titulada Luna verde, el primer premio del Concurso Ricardo Miró en 1950.2 La propiedad y naturalidad con que Beleño escribe sobre ese tema se debe no sólo a que nació y se educó en la Ciudad de Panamá, sino a que trabajó como obrero en la Zona del Canal en sus años de estudiante.3
Lo cierto es que tanto la conclusión a la que llega el recluso Atá como el comentario que hace al respecto el narrador son una ofensa contra la mujer. El uno considera que es tolerable que la mujer de un presidiario se acueste con otro hombre «en nombre de su bienestar carcelario», es decir, que es aceptable que a ella se le trate como una mercancía que se puede cambiar por otra, o hasta vender, para obtener un beneficio personal. Y el otro, que tiene la desvergüenza de juzgarlo con cierto tono moralizante, alega que como latino considera a la mujer como algo sagrado, y sin embargo considera que es normal que un hombre tenga varias mujeres, pero que es una ofensa que una mujer tenga más de un hombre, es decir, que es aceptable que a la mujer se le trate como propiedad exclusiva de un solo hombre.
Gracias a Dios, toda mujer puede acudir a Él confiada de que su mandamiento divino de no cometer adulterio atañe tanto al hombre como a la mujer,4 y de que Él hace justicia y defiende la causa del oprimido.5
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net
1 | Joaquín Beleño C., Gamboa Road Gang [Los forzados de Gamboa] (Panamá: Editorial Manfer, 1991), pp. 73-75. |
2 | Olver Gilberto de León, Literaturas ibéricas y latinoamericanas contemporáneas: una introducción (París: Editions Ophrys, 1981), p. 424 <http://books.google.com.mx/books?id=dtrlWTN2vm0C&pg> En línea 31 octubre 2010. |
3 | «Del Gamboa Road Gang de Beleño», Redacción Crítica en Línea <http://www.critica.com.pa/archivo/082399/nac1.html> En línea 30 octubre 2010. |
4 | Éx 20:14; Dt 5:18 |
5 | Sal 9:9; 10:18; 103:6; 146:7; Jn 8:1-11 |