LA SABIDURIA DE DIOS

 

Amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.  El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza.

  

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos–declara el SEÑOR.
Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos,    y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve,  y no vuelven allá sino que riegan la tierra,   haciéndola producir y germinar,   dando semilla al sembrador y pan al que come,   así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía  sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.

Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos. ¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!

II P.  3:8,9   Is.55:8-11   Ro.11:32,33

 

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