APROVECHAR EL TIEMPO
La noche viene cuando nadie puede trabajar.
“Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor.” Sí–dice el Espíritu–para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos.
Allí los impíos cesan de airarse, y allí reposan los cansados.
Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría … adonde vas.
Los muertos no alaban al SEÑOR, ni ninguno de los que descienden al silencio.
Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas.
Jn. 9:4 Ap. 14:13 Job. 3:17 Ec. 9:10 Sal. 115:17 II Ti. 4:6-8 He. 4:9,10
“MI AMADO SEÑOR ” quiero depender de ti por completo y cederte mis fuerzas porque solo en ti mi alma callada esta