Una milla
Mateo 5,41… y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
El imperio romano construyó autopistas y vías para unir todo su territorio. Eran muy bien señalizadas, inclusive siempre se indicaba hacia era Roma, por eso el dicho de : “todos los caminos conducen a Roma”. Dentro de lo que surgió en estas vías era que un romano podía exigirle a un residente de un área que le llevara su carga por una milla. Es por esto que cuando Jesús está enseñando sobre los enemigos y sobre las cosas difíciles, dice en Mateo 5,41 que si alguien te pide llevar su carga una milla, se la lleves dos. Él le está hablando a un pueblo que está viviendo bajo la opresión de un imperio que los desangraba, les hacia daño y les dice, has sufrido pero hay que hacer más.
He oído enseñanzas sobre la segunda milla al hablar sobre el sacrificio y sobre el esfuerzo; desde el sacrificio es como esto implica que dejemos de ser nosotros para ayudar a otros. Desde el esfuerzo es como un músico, un deportista, un exitoso entiende que para llegar a triunfar debe llegar una milla más allá. Sin embargo, piensa en como la primera milla ya era difícil, era dejar de ser. Imagínate que estabas concentrado viendo tu programa favorito y te decían, ayúdame con esta carga. Dejar lo que estabas haciendo para ayudar, hacer que el otro estuviera mejor, eso es más valioso. Eso hizo Jesús, Él dejo de estar cómodo en Su palacio celestial para llevar nuestra carga una milla. Nuestro pecado, nuestras luchas, Él las tomó y no dudo. Por eso pienso que aunque la segunda milla es de mucho valor y esfuerzo, la primera requiere que yo rompa con todo lo que soy y sea lo que los demás necesitan que sea, para que vean más de ese amor que Jesús describió en Mateo 5, 41 en adelante, para que ser más como Él es.