El peligro del orgullo

Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado,
hasta que se halló en ti maldad. Ezequiel 28:15.

De la perfección a la maldad. ¿Cómo es posible? Lucifer era perfecto,
al salir de las manos del Creador. Pero, justamente por ser perfecto,
nece­sitaba ser libre. Si no pudiese decidir, no sería libre; sería
apenas un esclavo del bien, y no sería perfecto. Su tragedia fue pensar
que podía vivir solo: decidió separarse del Creador y seguir un camino
extraño. El orgullo es eso: la insensata idea de que puedes vivir solo.

Nadie puede; todos los seres creados somos dependientes. Vinimos de las
manos del Creador, y solo seremos completos cuando nos volvamos a él.

Pero, el orgullo te lleva a pensar que no necesitas de nadie; que eres
autosuficiente y capaz de escoger tu propio camino. El resultado es que,
lejos del Creador, aparece el deterioro. Lenta, imperceptiblemente al
comienzo. Pero, cuando un día abres los ojos, no te queda otra cosa
sino un remedo de la imagen de Dios con la que fuiste creado.

A lo largo de mi vida, he conocido jóvenes brillantes. Tenían un
mara­villoso futuro por delante; parecían un sol naciente, en las
frías mañanas de invierno. Tal vez, justamente por eso creyeron que
podían reinar, soberanos, en el escenario de su propia existencia. Hoy,
queda poca cosa de ellos.

El origen del orgullo es un misterio; la Biblia no lo explica. Dios
describe lo que sucedió pero, por algún motivo, no nos explicó el
porqué ni el cómo. Simplemente, nos muestra el triste destino de
separarse de la Fuente perma­nente de la vida, que es él.
Si, por algún motivo, crees que puedes decidir solo, detente y piensa.

Dios permitió que el ser humano organizase el tiempo en días, semanas,
meses y años, quién sabe por eso: para darte la oportunidad de hacer
un alto y reflexionar. Reflexionar es vivir; y vivir es corregir, todos
los días, a cada instante, siempre que percibes que te estás yendo
fuera del camino que un día el Creador te preparó.

Haz de este un día de reflexión. ¿Quién es el centro de tu vida y
de tus decisiones? ¿Quién ocupa el primer lugar en tu existencia?
Aprende de la historia. La historia de Lucifer es una historia triste,
porque: “Perfecto era en todos sus caminos desde el día en que fue
creado, hasta que se halló en él maldad’

DIOS TE BENDIGA,

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