CUANDO DIOS ESTA DE DUELO

Cuando Dios está de duelo

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Apoc. 5: 8Es un tema constante en todas las Escrituras: Dios nos anima a vivir una vida de oración. ¿Por qué insiste Dios tanto en la oración, como algo que necesitamos desesperadamente, como el aire que respiramos? ¿Porque necesita saber lo que falta para suplirlo? ¿O desea saber qué problemas tenemos para resolverlos? La respuesta a estas preguntas sería negativa. Dios conoce todas las cosas incluso antes de que ocurran, o antes de que le pidamos algo. Nuestro texto de hoy dice que  oraciones de los hijos de Dios son perfume agradable delante del Señor, que alegran su corazón. Escuchar nuestras oraciones produce alegría en el cielo. Nos pide insistentemente que oremos, porque le agrada escuchar nuestra voz, le agrada conversar con nosotros, porque no quiere que nos olvidemos de él.
Cuando dejamos de orar, el corazón de Dios está de luto. Sufre porque lo hemos olvidado, por la distancia que hemos puesto entre él y nosotros, por nuestra ausencia.  Cuando Dios nos invita a orar, nos invita a volver a casa. Porque si no oramos es como si viviéramos en un país lejano y Dios no tuviera noticias de nosotros. Pero cada vez que ¡Oramos es como si volviéramos a nuestro hogar, el hogar del cual nos separó el pecado. Orar es una invitación a visitar la sala del trono, donde llegan nuestras oraciones Como perfume agradable. Orar es como entrar al corazón de Dios, donde, con toda confianza y comodidad, podemos conversar tranquilamente. Es una invitación a la  Cocina de su amistad, al comedor de su confianza, para departir como buenos amigos. Orar es una invitación a la biblioteca de su sabiduría, para que llenemos nuestra mente de la inteligencia del cielo. Orar es una invitación a la intimidad, donde le abrimos nuestro corazón y no le ocultamos nada, donde podemos ser vulnerables y libres.
Por causa del pecado, nos ha tocado la desgracia de vivir lejos de nuestra patria. Vivimos en un país lejano, donde nos atrepellamos unos a otros, un lugar de carreras, de empujones, de tira y aflojas; un país de terrores, de frustraciones, amenazas y angustías. ¡Qué bueno es saber que el propósito principal de la oración no es presentar una  lista de peticiones y necesidades urgentes! La oración es, más bien, un vehículo que me lleva a casa, al hogar de serenidad, paz y gozo, donde hay mil respuestas a uno solo de; nuestros problemas.
Cae hoy de rodillas y viaja a tu hogar, tu eterno hogar.Dios te bendiga; es mi deseo y oración,Marzo, 17 2009Si tienes un pedido de oración envíalo a cieloestrellaazul@hotmail.com Oramos  por ti.  

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