Dos «héroes de la restauración»

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Imagen por karlheinz klingbeil

(Víspera del Día de la Restauración de la República Dominicana)

«Nacido de cuna humilde en el pueblo de Puerto Plata el 8 de septiembre de 1839… desde temprana edad tuvo que salir a las calles de su ciudad natal en busca de manutención para su madre y sus hermanos. Aprendió las primeras letras en una modesta escuela metodista de Puerto Plata, dirigida por el reverendo William Towler…. Cuando apenas tenía doce años… dejó el hogar materno para irse a vivir a Jamao, donde se radicó para dirigir los cortes de caoba de don Pedro Eduardo Dubocq, quien se convirtió en su protector. Allí leyó a Plutarco y otros libros de la biblioteca del señor Dubocq, para de esa forma convertirse en un joven [autodidacta].»1

Así, con una reseña biográfica del autor, comienza el historiador puertoplateño Juan Ventura2 su «Presentación» a la obra titulada Hombres de la Restauración. El autor es Gregorio Luperón, y la obra fue publicada por primera vez en Puerto Rico en 1896 en el segundo tomo de sus Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos sobre la República Dominicana, desde la Restauración a nuestros días.

«En 1857 Gregorio Luperón ocupó su primer cargo público como Comandante Auxiliar del Puesto Cantonal de Rincón de Yásica…. [En] 1861, cuando Pedro Santana proclamó la Anexión del país a España, Luperón se declaró contrario a la misma y se negó a firmar el acta de la Anexión…. A partir de ahí… entró a la escena política e inició sus actividades revolucionarias, sufriendo persecuciones», escribe Juan Ventura.3

Aun antes del inicio de la Guerra de Restauración que se dio entre 1863 y 1865, en la que lucharon los partidarios de la anexión a España contra los independentistas o restauradores (de la Primera República), Luperón ya había sido proclamado General de Brigada. Los puestos que llegó a ocupar durante esa década y la siguiente fueron muy importantes: comandante de una de las columnas que atacaron Santiago, Jefe del Cantón de Marilópez, Jefe de Operaciones sobre el Este y el Sur del país, Segundo Jefe del Ejército dominicano, Jefe de Operaciones de la Línea Noroeste, Gobernador Civil y Militar de La Vega, Vicepresidente de la República cuando tenía sólo veintiséis años, miembro del primer Triunvirato que gobernó el país, diputado por Santiago, Ministro de Guerra y Marina, y Presidente provisional de la República. De ahí que el historiador Ventura califique al general Luperón como «héroe y… figura preponderante en la historia local, regional y nacional, que por sus actuaciones y méritos acumulados en la Gesta Restauradora se ganó el primer lugar en la misma».4

Así como nuestros hermanos dominicanos necesitaron una gesta restauradora en lo político, todos necesitamos una en lo espiritual. Pero gracias a Dios, esa gesta ya la libró su Hijo Jesucristo, y para apropiarnos de ella sólo hace falta que lo reconozcamos como el Héroe de nuestra historia personal que, al morir por nosotros, acumuló los méritos por los que se ganó el primer lugar en la misma.

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


1Gregorio Luperón, Hombres de la restauración, Cuadernos Patrióticos, 3a. ed., No. 111 (Santo Domingo: Ediciones Librería La Trinitaria, 1998), pp. 9-10, Proyecto de Digitalización: Academia Dominicana de la Historia <https://catalogo.academiadominicanahistoria.org.do/opac-tmpl/ files/libros/LuperónGregorio-Hombresdelarestauracion-1998.pdf> En línea 6 marzo 2023.
2Antonio Heredia, «Reconocerán al puertoplateño Juan Ventura por sus aportes a la historia local de pueblos y comunidades», Diario Puerto Plata Digital, 18 octubre 2022 <https://www.puertoplatadigital.com/verNoticia.aspx?Id=39117> En línea 6 marzo 2023.
3Luperón, pp. 10-11.
4Ibíd., pp. 11-14.

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