EL INCIENSO

El incienso

No ofrezcas sobre ese altar ningún otro incienso, ni holocausto ni ofrenda de grano, ni derrames sobre él libación alguna (Éxodo 30: 9).

EL SERVICIO DIARIO DEL SANTUARIO que ofrecía los holocaustos matutino y vespertino, y las ofrendas por los pecados individuales, incluía también el ofrecimiento diario del incienso. Esta era otra de las ceremonias que formaban parte del servicio continuo del santuario.
Esta ceremonia se realizaba en el altar de oro, que estaba en frente del velo que separaba el lugar santo, del Santísimo. Había una íntima conexión entre el altar de oro y las funciones del lugar santísimo, ya que a veces se usaba el incienso para disipar la gloria de la shekina, que se manifestaba encima del velo hacia el lugar santo. Esto producía temor en los sacerdotes que oficiaban allí, por eso añadían más incienso sobre el altar de oro, lo que proveía una nube más espesa de incienso. Se creía que esto los protegía de la muerte. Tal vez, esta conexión estrecha llevo al autor de Hebreos a decir que ese altar estaba en el lugar santísimo (Heb. 9: 4).
La ceremonia se describe así: «Cada, mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, quemará incienso aromático sobre el altar, y también al caer la tarde, cuando las encienda. Las generaciones futuras deberán quemar siempre incienso ante el Señor» (Éxo. 30: 7, 8).
Se nos dice: «Mientras de mañana y de tarde los sacerdotes entraban en el lugar santo a la hora de ofrecer el incienso, el sacrificio diario estaba listo para ser colocado sobre el altar de los holocaustos, en el atrio. Esta era una hora de intenso interés para los adoradores que se congregaban ante el tabernáculo. Antes de presentarse ante el Señor por medio del ministerio del sacerdote, debían hacer un ferviente examen de sus corazones y luego confesar sus pecados. Se unían en oración silenciosa, con los rostros vueltos hacia el lugar santo. Así sus peticiones ascendían con la nube de incienso, mientras la fe aceptaba los méritos del Salvador prometido al que simbolizaba el sacrificio expiatorio» (Cristo en su santuario, p. 38, 39).

Que Dios te bendiga,

Pedidos de oración cielo77014@hotmail.com

Septiembre, 17 2010

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  1. jose romero

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