El Plan Original

El Plan Original de Jehová Dios al crear al hombre era que nunca pereciera, sino que, por el contrario, estuviera para siempre en Edén junto a Él. Su Plan incluía cero preocupaciones, nada de enfermedades, nada de trabajo (y no es que sea o flojo), pero Dios quería solo lo mejor. Quizá el punto que más me llama la atención es el que tiene ver con la muerte, pues en el Plan Original no contemplaba la muerte del hombre. Y cuando Dios dijo hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (Génesis 2:26 RVR1960)  quiso implantar en él características que Él mismo posee. Infortunadamente, Satanás también tenía planes para el hombre y su plan era robar la autoridad que Dios le había dado en Edén y destruir al hombre, y ¿de qué manera pensaba hacerlo? Mira lo que dice la Palabra:

“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: de todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:16-17 rvr1960). Era como si el enemigo estuviera atento a todas estas palabras, así que su plan consistía en convencer al hombre de comer de ese árbol para destruirlo. No obstante, la Palabra lo que hace es reafirmar lo que Dios dice: la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23 RVR1960) y el error de Adán y Eva estuvo en querer ser como Dios (Génesis 3:5 RVR1960) al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, allí entonces entró el pecado y su paga, la muerte.

Mas el Plan Original de Dios era darle vida eterna al hombre, y así como por un hombre entró el pecado y la muerte, asimismo a través un hombre, Cristo Jesús, Dios volvió a restablecer Su plan Original, “mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”(Romanos 6:23 RVR1960). Satanás creyó que podía destruir la creación de Dios, pero no contaba con el Plan B del Señor. También creyó que si mataba al Hijo del Hombre le destruiría y, una vez más, su plan falla, porque a través de la muerte del Señor Jesús, el Plan de Dios incluía (1) acabar con la muerte, (2) restablecer la dádiva de vida eterna a través de Cristo Jesús, (3) restablecer la comunión de Dios con el hombre, (4) quitarle la potestad al diablo y sus demonios y (5) devolverle toda autoridad de sojuzgar a la iglesia, la institución que ahora se encargaría de contrarrestar las artimañas del diablo.

En esta semana santa debemos reflexionar sobre ese Pan que Dios tenía desde el principio de la creación y pensar acerca del sacrificio de Cristo Jesús en la cruz al dar Su vida en rescate de muchos (Mateo 20:28 RVR1960). El Plan Original era, es y sigue siendo que tú y yo estemos en Edén. Dios te bendiga sobreabundantemente hoy y siempre. No olvides ser de bendición, comparte este mensaje con otras personas más.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla

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