Firmes y constantes
Hace muchos años me acuerdo cuando empecé mi “birria” por las pesas, todos mis amigos de la cuadra estaban en lo mismo que yo, e improvisadamente, armamos un gimnasio en un plafón del patio de mi casa. Y todos los días en la mañana estábamos allí para un día de entrenamiento y hacer nuestra respectiva rutina de ejercicios. Así duramos varios días, y los días se hicieron meses, pero no se hicieron años. ¿Saben por qué? Porque no fuimos constantes. Y vi a muchos partir, ya no tenían ganas de continuar y se retiraban sin razón. El mismo patrón veo en la actualidad en el cuerpo de Cristo, muchos empiezan la carrera, pero pocos logran permanecer y llegar al final y obtener para obtener su galardón (Mateo 22: 14).
La Palabra de Dios siempre nos enseña algo y hoy quiero regalarte una Palabra que te ayudará a mantenerte firme en la decisión que hace tiempo tomaste: la de seguir a Jesús. Si este año empezaste con anhelos de seguir y perseverar, entonces mira lo que Dios te enseña a través de Su Palabra en este bello día:
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58 – RVR1960).
Cualquier cosa que deseamos emprender en esta vida necesita de un elemento esencial: constancia. Así que veamos qué cosas el Espíritu Santo nos hablará en este devocional:
Número uno, DEBEMOS ESTAR FIRMES. Estar firmes es sinónimo de estar alerta, estar en búsqueda constante de la presencia de Dios, orando y ayunando. Nunca olvides que el enemigo sabe cuando no estás firme y empieza a trabajar en tu vida. Nunca te atacará con todo, pues sabe que te darías cuenta, recuerda que La Palabra dice que él es astuto (Génesis 3: 1). Si estás firme en todo tiempo, entonces lograrás resistir la tentación (1 Corintios 10: 13). Cuando cedemos ante la tentación, es cuando sabemos que nuestra vida espiritual está mermando y en esto no hay nada malo, pues debemos aprender de esa situación que es hora de volver a estar firmes y a buscar más de la presencia de Dios. Lo malo sería acostumbrarse a esa zona en la que el enemigo quisiera verte, ¿no es así?.
Número dos, CONSTANCIA. Hay muchos ejemplos de hombres que fueron constantes y fueron fieles a Dios: José, el soñador, Abraham, Job, etc, y si lees La Biblia te darás cuenta que hay muchos casos más que ilustran el ser constantes. Pero, ¿qué es la constancia? El Diccionario de la Real Academia la define así: firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos. Ser constantes significa perseverar en el propósito, ¿cuál es ese propósito que Dios tiene para ti en este 2017? Persevera y lo alcanzarás, no te desanimes. El arma más poderosa que el enemigo tiene en contra del creyente es el desánimo.
Número tres, CRECIMIENTO. En este punto no hago referencia a crecer físicamente, NO. Hoy me refiero al crecimiento espiritual. Y este punto sí que es álgido, pues muchos cristianos no crecen espiritualmente. Entonces, ¿cómo crezco espiritualmente? Lo primero que debes empezar a hacer es orar mucho a Dios, lo segundo es leer La Palabra, de día y de noche (Josué 1:8 – RVR1960) . También puedes empezar el proceso de formación de líderes disponibles en tu iglesia, pregunta por ellos, de verdad que aprenderás mucho, lo que hace que espiritualmente crezcas tremendamente en el Señor.
El Señor desea que permanezcas firme en este 2017, sé constante. Si este devocional ha hablado tremendamente tu vida, entonces compártelo con alguien más, sé instrumento para bendecir la vida de otros. Dios te bendiga y te guarde siempre.
Bajo la guía y la unción del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla