«Fui a un club erótico»

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Imagen por lublud

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Tengo una relación de tres años con una mujer extraordinaria… con la que planeo casarme. Hace poco fui con unos amigos a un club erótico…. Una chica que trabaja ahí me ofreció un baile privado en el que se le toca el cuerpo, y yo lo hice…. Pero no tuve relaciones sexuales con ella…. Sólo toqué su cuerpo, y luego salí corriendo porque me sentí muy sucio…. Estoy muy arrepentido…. Entiendo que fue mi culpa y que sólo yo la tengo.

»A mi novia no le he confesado nada porque sé que la voy a lastimar y le va a doler mucho. ¿Dios me puede perdonar? … A veces siento que la culpa me deja sin respirar. Tengo pesadillas y me siento muy triste por la posibilidad de perderla y por fallarle a Dios…. ¿Debo decírselo a ella?»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»La culpa que lo agobia es prueba de que Dios está hablándole a su conciencia. A pesar de que usted tomó una decisión muy mala, es obvio que Dios le está llamando la atención y tratando de darle a conocer que Él quiere perdonarlo.

»Dios nos creó a cada uno con un sistema interno de advertencia al que llamamos nuestra conciencia. Cuando pecamos, y luego nos sentimos culpables por lo que hemos hecho, eso quiere decir que ese sistema de advertencia está funcionando. Sin embargo, si hacemos caso omiso del sistema de advertencia y seguimos cometiendo el mismo pecado, tarde o temprano el sistema deja de alertarnos. ¿Entonces qué debemos hacer cuando la conciencia nos advierte que hemos hecho algo malo? Ese es el momento de orar y confesarle a Dios mismo ese pecado y pedirle que nos perdone.

»El castigo por el pecado suyo y el mío ya lo tomó sobre sí Jesucristo, el Hijo de Dios, al morir en la cruz del Calvario, así que no es necesario que Dios nos castigue. Tenemos más bien la oportunidad de aceptar su perdón divino y determinar no volver a cometer ese pecado.

»No obstante, si hay consecuencias naturales por lo que hemos hecho, tenemos que afrontarlas. En el caso suyo, la consecuencia natural es tener que decirle a su novia lo que usted hizo. Hasta el día en que se revele, el secreto no dejará de ser una barrera entre ustedes dos, así que es mejor que se lo diga lo más pronto posible.

»Es cierto que le dolerá a ella y es probable que se enoje con usted. Seguramente tendrá que volver a ganarse la confianza de ella, y eso bien pudiera demorarse mucho. Pero llegará el día en que ella reconozca que, debido al hecho de que usted le confesó la verdad con todo y lo penoso que fue, ella ahora puede esperar que usted le será sincero en el futuro.

»Lo que pasó es prueba de que tiene algunos amigos a quienes no les importa la relación que usted tiene con Dios ni la que tiene con su novia. Le aconsejamos que se mantenga alejado de esos amigos y que sea más prudente en el futuro al elegir a sus amistades.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 767.

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


Un Mensaje a la Conciencia

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