Incrédulo
¿Qué es la incredulidad? Según el DRAE, Diccionario de la Real Academia, es: uno, dificultad en creer algo y, dos, falta de fe. ¿Sabías que dentro de la iglesia de Cristo aún hay “creyentes” que no creen? Suena raro, ¿no? Pongo la palabra entre comillas no para juzgar ni para afirmar que no crean que Jesús es el Hijo de Dios; lo digo porque aún sus mentes no han sido renovadas y piensan que para Dios hay cosas imposibles.Mira este ejemplo, en el libro de Génesis, Sara no creyó que Dios podía dar a Abraham un hijo, el de la promesa. Sara había creído en Jehová Dios, pero no en lo que podía hacer, pues ya era vieja al igual que su esposo. Al conocer los pensamientos de Sara, el Señor le pregunta: “¿hay para Dios alguna cosa difícil?” (Génesis 18:14 RVR1960).
La Palabra nos enseña algo muy importante que debemos tener siempre presente, “no es posible agradar a Dios sin tener fe” (Hebreos 11:6 DHH), así que no podemos esperar que Dios actúe a nuestro favor si hay una gota de incredulidad en nosotros corazones. Después de haber resucitado, el Señor Jesús se mostró a Sus discípulos, pero Tomás no creyó en el testimonio de los demás, él planteó dos condiciones a esto: la primera, tenía que verlo y, la segunda, debía introducir sus dedos en Sus heridas para creer, ¡Dios mío, cuánta incredulidad! para alguien que había caminado y visto lo que el Maestro podía hacer. Frente a este cuestionamiento tomasino, el Señor Jesús nos da un sabio consejo: “no seas incrédulo, sino creyente” (Juan 20:27 RVR1960). El verdadero creyente no anda por vista, sino por fe. No espera ver en el mundo natural para creer, no pone condiciones a Dios; por esta razón fue que, el Señor Jesús dijo, “bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29 RVR1960). Muchos somos bienaventurados porque hemos creído incondicionalmente, sin ver sabemos que Dios puede hacer cualquier cosa, porque Él es Dios de imposible, lo imposible para Él es totalmente posible. Así que si algún día has estado en la iglesia y no has creído que Dios pueda levantar a alguien de una silla de ruedas, que pueda curar una enfermedad terminal, que pueda hacer un milagro creativo, necesitas arrepentirte y pedirle perdón.
Si Dios es el creador de todo lo que ves, ¿qué hay imposible para Él? Él tiene autoridad sobre todo. No seas incrédulo, permítele renovar tu mente y tus pensamientos. El Señor Jesús prometió a esta generación que haría cosas mayores y, ¿qué ha pasado? Pues que muchos no creyeron y por su poca fe nada pudieron hacer. Hoy es día de cambiar las cosas a tu favor y permitir que Dios realmente obre sobrenaturalmente en tu vida, ministerio y familia. Espero que esta corta reflexión haya llegado en el momento justo. Sé de bendición hoy, te reto a compartir con tus contactos. Dios te bendiga sobreabundantemente hoy y siempre. Que tengas un feliz y bendecido fin de semana.
Bajo la guía del Espíritu Santo,
Sergio Meza Padilla