«La cámara viajera»

«Cuando tuve la oportunidad de ingresar a la televisión —cuenta Mario Kreutzberger, el popular conductor de Sábado Gigante en su autobiografía titulada Don Francisco entre la espada y la TV— pensé de inmediato en realizar mi anhelo de conocer y recorrer otras realidades….

»Tras casi cuarenta años con “La cámara viajera”, [que es el segmento más antiguo del programa], he cumplido unos 160 grandes viajes y he dado no sé cuántas veces la vuelta a la Tierra para producir más de 1.500 reportajes que me han enseñado a apreciar la diversidad y la similitud de la gente que habita los 123 países que he visitado….

»He utilizado cuanto medio de transporte pueda servir y existir…: avión, barco, automóvil, bicicleta, camello, elefante, avestruz, tracción humana (como el rickshaw en Hong Kong), planeador, globo, caballo, helicóptero, submarino, burro, casa rodante, jeep, zepelín, monomotor, Concorde, bueyes [y] botes.

»Algo similar ocurre con las comidas que he probado y que en muchos casos me han obligado a olvidarme de mis pretensiosas dietas —sigue contando Don Francisco—: sesos de mono, carne de jabalí, de lagarto, de ranas, insectos, lombrices y hasta un huevo de gallina guardado desde hacía 100 años bajo tierra….

»“La cámara viajera” terminó de convencerme de que ser un comunicador es una hermosa vocación y que en nuestras manos no sólo está el entretenimiento, ya que si queremos ir más lejos, podemos hacerlo dando información y orientación.

»Debo confesar que estos viajes han sido para mí la gran biblioteca, una escuela que me hizo mejorar tanto como profesional como ser humano. Viajando aprendí a conocer mejor a la gente. Conocí el significado que tiene para cada pueblo su cultura. Me di cuenta de que hasta hoy ningún sistema ni fórmula económica ha sido capaz de erradicar la pobreza, y las diferencias enormes se mantienen.

»Con los años y las millas recorridas, he podido comprobar que la base que mantiene al mundo es la familia. La célula familiar es lo más importante de la humanidad, por lo que hay que cuidarla, no permitir que se pierda. Donde la familia es más fuerte, la sociedad es mejor, quizá no tan rica económicamente ni con tantos beneficios materiales, pero sí con los valores para una vida más digna.»1

Es interesante notar que Dios mismo le concede la razón a Don Francisco con respecto a la pobreza y a la familia. En cuanto a la pobreza, Dios le dice a su pueblo, por medio de Moisés, que en este mundo siempre habrá gente pobre, y que no sean malos ni egoístas. Les ordena que sean generosos más bien, ayudando siempre al pobre con alegría. De hacerlo así, les irá bien y Dios los bendecirá en todo lo que hagan.2

En cuanto a la familia, Dios espera que la cuidemos y la fortalezcamos, tal como nos anima Don Francisco, de modo que no se pierda. Así como las familias judías durante la reconstrucción de los muros de Jerusalén bajo el mando de Nehemías, la institución actual de la familia está sufriendo ataques por todos lados. Más vale que también nosotros luchemos por el futuro de nuestros hijos y defendamos a la familia a capa y espada.3

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


1Mario Kreutzberger Blumenfeld, Don Francisco entre la espada y la TV (México, D.F.: Editorial Grijalbo, 2001), pp. 297-99,315.
2Dt 15:7-11
3Neh 4:1-14

Un Mensaje a la Conciencia

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