LA LEY EN GENERAL
La ley en general
Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo (Gálatas 3: 24).
CUANDO COMÚNMENTE HABLAMOS DE LA LEY que nos guía a Cristo y crea conciencia del pecado, pensamos en los Diez Mandamientos. Es esta ley la que más claramente señala el pecado y conduce a Cristo. Pero cuando los hebreos hablaban de la ley, tenían un concepto más amplio. Consideraban que el término “ley” se refería a toda la instrucción que Dios había dado a su pueblo, y que se encontraba especialmente en los libros de Moisés. Fue en estos libros que Dios dio un sinnúmero de leyes al pueblo, que señalaban cuál era su voluntad en el momento de la historia que estaba viviendo. Este concepto más amplio de ley lo notamos en el Nuevo Testamento. Cuando Jesús dijo: «No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento» (Mat. 5: 17), se estaba refiriendo al Pentateuco escrito por Moisés. Asimismo, cuando dijo a sus discípulos: «Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos» (Luc. 24: 44), se refería a la ley en los mismos términos.
El Cristo resucitado creía que la ley de Moisés, es decir, el Pentateuco, hablaba de él como el Mesías venidero. Se entiende que la ley dirigía la mirada de los lectores hacia Cristo. Sabemos que en los profetas hay muchos pasajes mesiánicos. Pasajes que nos hablan de la venida del Mesías, y su ministerio y triunfo. También sabemos de varios salmos que los judíos consideraban mesiánicos. Jesús citó muchos pasajes de los salmos para hablar de su persona y su misión. De hecho, murió en la cruz con un salmo en sus labios.
Lo que no resulta muy claro es el mesianismo de la ley, es decir, del Pentateuco. Si la ley, dijera Pablo, tiene como finalidad llevarnos a Cristo y es nuestro guía que nos conduce a él, debiéramos hallar, por lo menos, varios pasajes claros que lo indiquen.
Que Dios te bendiga,
Pedidos de oración al cielo77014@hotmail.com
Agosto, 12 2010