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(Aniversario de la Primera Clasificación de Bolivia a un Mundial)

«Una de las decisiones que el “Vasco” [Xabier Azkargorta] tomó al hacerse cargo [en 1993] de la dirección técnica de la Selección Nacional de Fútbol de Bolivia —llamada la Verde— fue llevar a todo el equipo a un Centro de Alto Rendimiento en España, donde jugaría una serie de partidos que le daría un roce internacional». Así comienza Ángela Carrasco a describir «la etapa más dura» que dio como resultado lo que, en el título de su artículo publicado en el periódico digital Urgente.bo, califica como «la más grande hazaña del fútbol boliviano». Evocando nostalgia en sus lectores, la periodista boliviana se vale de los recuerdos de los jugadores titulares Carlos Borja, William Ramallo, Milton Melgar y Luis Héctor Cristaldo, a quienes entrevistó en conjunto 24 años más tarde.

«“Estuvimos allá 45 días… —cuenta Carlos Borja—. Las condiciones de la FBF [Federación Boliviana de Fútbol] eran paupérrimas. En un cuarto que era para una persona estábamos cuatro. Teníamos como 20 dólares para gastos diarios, lo que costaba una llamada [telefónica a Bolivia]. Era incómodo, pero… todo eso creó una mística. Ya no pensábamos en las condiciones económicas ni incomodidades ni nada. Sólo pensábamos en nuestro objetivo. Fortaleció al equipo….

»”Los fines de semana teníamos libre. El pasaje en taxi era 27 dólares, y el pasaje en tren era como [un dólar y medio, así que] nos íbamos en tren. Salíamos todos y retornábamos todos juntos, [y teníamos que volver antes de las 11 de la noche] porque, si no, perdíamos el tren y nos quedábamos”, [recuerda el eterno capitán de la Verde].

»“… [Había un solo televisor] —comenta Cristaldo—. Ahí nos reuníamos con todos los deportistas del mundo que asistían a ese lugar de concentración, y [teníamos] que ver lo que ponía el primero en llegar”….

»Una de las anécdotas que rescata William Ramallo [tuvo lugar] cuando fueron a jugar un partido…. En el camino había un restaurante, y todos acordaron pedirse comida cara. ¡Al final la cuenta ascendió a tres mil dólares! “Casi nos ponen a lavar platos porque no había plata”, asegura [Ramallo] entre risas.»1

En realidad, somos muchos los que podemos identificarnos plenamente con las condiciones en que les tocó entrenar a aquellos seleccionados bolivianos. Con los millones que ganan los jugadores profesionales en el siglo 21, así como el elevado costo de boletos para ir a verlos jugar, sin duda a muchos actualmente les costará trabajo imaginárselos sometidos a semejantes medidas de austeridad.

Gracias a Dios, así como la decisión que tomó el director técnico Azkargorta de someter a sus discípulos a un entrenamiento duro, austero y riguroso «fortaleció al equipo» y «creó una mística» con la que clasificaron al Mundial, también la decisión que tomó Dios, nuestro Director Técnico divino, de someter a pruebas a sus discípulos nos fortalecerán a quienes formamos parte de su equipo y crearán en nosotros una espiritualidad con la que clasificaremos a la Copa Celestial … no una vez nada más, sino una vez y para siempre.2

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
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