«Me rechazó por ser mucho mayor que ella»
Imagen por ErikBrouwer
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:
«Soy amigo de una joven de veintisiete años. Ella tiene dos niñas. Acordamos vivir en sociedad, compartiendo el hogar sólo como amigos, pero me arrepentí porque no somos pareja. Me preocupa ver que llegue con sus amigos porque ella me gusta mucho, pero ya me rechazó [por ser mucho mayor que ella].»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimado amigo:
»Comprendemos por qué lamenta la decisión que tomó de vivir en sociedad con una mujer mucho más joven que usted. De hecho, hay por lo menos tres razones por las que nunca le aconsejaríamos a nadie que consintiera a tal arreglo.
»La primera razón es que, a pesar de que usted quisiera creer que la diferencia de edad no tiene mayor importancia, lo cierto es que sí tiene muchísima importancia. Es más, si usted consintiera vivir en la misma casa con un hombre mucho menor, incluso con un hermano, sobrino o primo, aun así es probable que le resultara difícil vivir con él. La edad de los que viven juntos es importante, por mucho que usted trate de convencerse de que no es así….
»La segunda razón es que usted obviamente tenía la esperanza de que, tarde o temprano, la mujer se enamorara de usted y los dos pudieran llegar a formar una pareja. Esa ilusión era muy poco realista, y agregó un plan secreto al acuerdo….
»La tercera razón es que su amiga bien pudo haber consentido al arreglo porque usted asumió la mayor parte de las obligaciones económicas o tal vez todas. Ella pudo incluso haberle dado esperanzas de un futuro romance a fin de que usted pagara las cuentas y la sustentara. En lo que a usted respecta, gracias a Dios ella no fingió que lo amaba únicamente para que usted asumiera la responsabilidad económica. A diferencia de algunas otras mujeres, ella decidió ser sincera con usted.
»Dice usted que ella lo rechazó debido a la edad suya. Esa es una manera interesante de verlo, pero nosotros lo vemos de otro modo. A nuestro juicio, ella discernió que ustedes no son compatibles, y esa es una cualidad que Dios quiere que cultivemos.
»Quisiéramos mucho que las mujeres y los hombres en todas partes tuvieran más discernimiento al considerar sus noviazgos. La probabilidad de que fueran felices sería mucho mayor si practicaran el discernimiento con relación a cualidades del carácter, personalidades adictivas e integridad económica. Por lo general, quienes no disciernen al tener en cuenta esos factores basan su decisión en la atracción física y las emociones, en busca de fuegos artificiales en vez de energía eléctrica.
»En cambio, los que hemos optado por seguir a Jesucristo y vivir conforme a sus enseñanzas disfrutamos de más discernimiento de lo común y corriente. Cuando oramos, podemos pedirle a Dios no sólo que nos dé su sabiduría divina sino también que nos ayude a tomar las decisiones que tengan que ver con nuestras relaciones con los demás.»
Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 744.
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net