MUERTE RECONCILIATORIA
Muerte reconciliatoria
Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! (Romanos 5: 10).
LA RECONCILIACIÓN DIVINA con el ser humano, no solo fue iniciativa de Dios el Padre sino que involucraba la muerte de Cristo. Por eso es que la muerte de Cristo es una muerte que reconcilia; en este caso, que une a Dios con el hombre.
Dijimos que, a causa del pecado, el hombre no tenía ningún deseo de reconciliarse con Dios. Esa es una de las consecuencias más funestas y perniciosas del pecado en la vida humana. Destruye en el hombre el deseo de buscar a Dios. A tal punto el pecado llega a ser insidioso y sutil, que nubla la mente y la conciencia humana de modo que el hombre no se da cuenta de la situación en la que está. Es por eso que a diario nos encontramos con personas que no quieren que se les hable de Dios, ni tienen el mínimo deseo de asistir a ningún lugar donde se hable de él. Son enemigos de Dios en su mente, y no saben que Dios es su amigo.
Si esa situación de enemistad no se hubiese resuelto, estaríamos perdidos. Viviríamos y moriríamos sin esperanza. Como Dios es un Dios Santo y Todopoderoso, a quien el pecado ofende porque es su enemigo natural, todos habríamos sido aniquilados y hubiésemos desaparecido para siempre. Por eso Dios dio el primer paso. Envió a su Hijo a morir en lugar del hombre pecador. La muerte de Cristo reconcilió a Dios con el ser humano. Él ya no es más nuestro enemigo. La muerte de Cristo hizo compatible a un Dios santo con la fragilidad humana. Esto es lo que significa que el Señor se haya reconciliado con el hombre.
Aunque el evangelio se ha predicado extensamente, todavía son muchos los que vagan por el mundo con la idea de que Dios es su enemigo. Pero esto no es verdad. De acuerdo a la premisa fundamental del evangelio, Dios es nuestro amigo. A él podemos acudir con seguridad, porque es fiel.
Oramos por ti, que Dios te bendiga,
Enero 19 2010