«Por no dañar a la familia»

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Imagen por wenzday01

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Descubrí la infidelidad de la esposa de mi hermano. Ella me dio su teléfono para llevarlo a reparar, y de casualidad vi unas fotos indecentes en él y me di cuenta de que era con el esposo de mi hermana. Me molestó y los enfrenté, y les dije que se alejaran. No quise mencionárselo a mis hermanos, por no dañar a la familia, pero tengo dudas, ya que no sé si ellos han seguido viéndose. ¿Debo decírselo a mi familia?»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»La situación en la que usted se encuentra es delicada y difícil, y nos entristece saberlo. La pregunta que nos hace es si debe o no contársela a su familia. En otras palabras, usted quiere saber si sería malo no contarle a su familia.

»Como usted sabe, nosotros basamos nuestras respuestas en la Palabra de Dios, que es la Biblia, y la enseñanza que contiene. Hay muchas lecciones que nos enseñan a confrontar la maldad, que es precisamente lo que usted ya hizo cuando habló con la esposa de su hermano y el esposo de su hermana.

»Ahora el problema es que no sabe si le pusieron fin a la relación ilícita, consignándola al pasado, o si sigue vigente. Lo más importante es que usted no lo sabe. Cuando no se sabe algo, no hay nada que decir. Las suposiciones y la especulación son chismes que no deben propagarse.

»¿Procedió usted mal cuando decidió no contarles a su hermano y a su hermana luego de enterarse de esa relación ilícita? Algunas personas creen que la lealtad a la familia biológica es uno de los valores más preciados, y que esa lealtad requeriría que usted revelara lo que descubrió. Sin embargo, no sabemos de ninguna enseñanza bíblica que indique que tiene la obligación de contarle a su familia todo lo que usted sabe. Por supuesto, la Biblia enseña que debe siempre decir la verdad, pero no tiene que revelar todo lo que sepa o piense a menos que se le pregunte.

»Usted explica que lo que más le preocupaba era el bienestar de los miembros de la familia, y por eso no se lo ha contado a sus hermanos. Estamos de acuerdo en que debe permitírseles a los culpables confesar sus propias infidelidades sin que usted intervenga. En el mejor de los casos, las dos parejas culpables acatarían la advertencia que usted les dio y comenzarían de una vez a reparar el daño causado en sus matrimonios respectivos. Si eso sucede, usted tal vez habrá evitado perjudicar aún más a sus hermanos, como también a sus sobrinos.

»Pase lo que pase, creemos que usted no tiene la responsabilidad de intervenir, y que usted no tendrá la culpa si las cosas no salen bien. Y la próxima vez que lleve un teléfono para que sea reparado, le recomendamos que resista la tentación de ver lo que contiene.»

Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 736.

Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net


Un Mensaje a la Conciencia

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