«Soy… demasiado tímida»
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos:
«Soy una mujer de treinta y seis años de edad, soltera, sin hijos…. Soy… demasiado tímida, insegura. Me da pena dirigirme a los demás y, si lo hago, pienso que se van a reír de mí.
»He tratado de ser más segura de mí misma y de no sentir desconfianza hacia los demás, pero no puedo. A veces me siento desesperada.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»… Aunque sea muy probable que personas no fiables hayan contribuido a que usted sienta desconfianza de los demás, también hay factores relacionados con la personalidad que pudieran ser determinantes. Algunas personas son más introvertidas que otras, y eso no es necesariamente malo. Sin embargo, cuando interfiere en su felicidad y en su capacidad de mantener relaciones humanas valiosas, esa timidez actúa en su contra….
»Una de las figuras históricas más conocidas es Moisés el patriarca…. ¿Sabe lo que dijo Moisés al principio, cuando Dios le pidió que fuera su vocero ante el pueblo? “Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.”1
»Sí, Moisés dijo que no sabía cómo dirigirse a los demás. Dio a entender que no era elocuente y que no sabía expresarse como quería. Sencillamente era tímido. Pero Dios le dio a Moisés instrucciones, y Moisés las siguió. Dio los pasos necesarios y, aunque nunca le resultó fácil, logró grandes cosas a pesar de su timidez.
»Así que le recomendamos que comience a interesarse más en tener una vida feliz que en el concepto que los demás pudieran tener de usted. A continuación le ofrecemos algunas sugerencias acerca de cómo comenzar, pero usted tiene que disciplinarse a tal grado que se obligue a sí misma a hacer a diario las cosas que le cuestan tanto trabajo.
»1. Oblíguese a saludar a toda persona con quien se encuentre en sus quehaceres diarios, aunque no la conozca. Basta con que diga: “¡Hola! ¿Qué tal?”, y no importa si ella le contesta o no….
»2. Done su tiempo como voluntaria en el plantel de una organización caritativa, por lo menos una vez a la semana…. Ayude a algún escolar con sus estudios, ayude a preparar alimentos para personas desamparadas, o done su tiempo como voluntaria en un hospital. Hay muchos que necesitan su ayuda, y el relacionarse con ellos le dará más confianza en sí misma.
»3. Matricúlese en alguna escuela para aprender a hacer algo nuevo. Pudiera ser aprender otro idioma, tejer o hacer hermosas canastas…. Recuerde hablar con toda persona con la que se encuentre, y no se preocupe si no le responde.
»Además de crear más oportunidades de relacionarse con los demás al hacer lo que sugerimos, hay algunas cosas que creemos que no debe hacer. No repita mentalmente conversaciones vez tras vez, tratando de adivinar lo que la otra persona estaba pensando. No se tenga en menos si usted no responde de un modo encantador al comentario de otra persona. Y, sobre todo, ¡no se dé por vencida!
»¡Corra algunos riesgos! Le aseguramos que valdrá la pena,
»Linda y Carlos Rey.»
El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar el enlace que dice: «Caso 69» dentro del enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos».
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net
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