GRANDE ES EL AMOR DE DIOS
Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados.
Fuerte es el amor, como la muerte, Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo.
Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia
…ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Ap. 1:5 Cant. 8:6,7 Jn. 15:13 I P. 2:24 Ef.1:7 I Co. 6:11 I P.2:9 Ro.12:1
“MI AMADO SEÑOR JESUS” gracias por hacerme participe de tu amor de tu cena que es un alimento completo y que me fortalece mucho ante las acechanzas de satan te amo mi “DIOS””
Excelente es mensaje me edificar grandemente
Sólo mediante esa clase de amor fue posible que mi vida cobrara valor y sentido. Ya que a esta altura de mi vida, albar al Señor no sería posible, con la libertad que ahora lo hago. Y me maravillo de los hechos que ven mis ojos. Mis labios no pueden hacer otra cosa que declarar su grandez!!!!
Mra si es grande su amor que sacrifico a su unico hijo por todos nuestros pecados Aleluya al que nos salvo. AMEN
AMEN QUE PRECIOSO, SOLO MEDIANTE SU SANGRE SOMOS LO QUE SOMOS Y ELLA NOS REDIME PARA HACERNOS SUS HIJOS, SU AMOR NOS FORTALECE. BENDICIONES
Bendito seas Amadísimo Señor, grandes son tus misericordias, infinito e incondicional tu amor, todos los que te amamos Señor viviremos para glorificarte, adorarte, y declarar con nuestra boca todo el caudal maravilloso que recibimos cada día, Señor. Bendiciones .