SOMOS DEL CIELO
Espero verte en breve y hablaremos cara a cara.
¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras!
Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
Apresúrate, amado mío, y sé como una gacela o un cervatillo sobre los montes de los aromas.
Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo.
…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús.
Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza, a quien sin haberle visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero creéis en El.
El que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús.
En aquel día se dirá: He aquí, éste es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara; éste es el Señor a quien hemos esperado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación.
III Jn. 14 Is. 64:1 Sal. 42:1,2 Cant. 8:14 Fil. 3:20 Tit. 2:13 I Ti. 1:1 I P. 1:8 Ap. 3:22 Is. 25:9
Bien sabemos que nuestro corazon anhela algo maravilloso y ese anhelo se deberia referir netamente a nuestro “SEÑOR Y SALVADOR” que nos amo con amor incondicional.
dios nos habla atraves de las personas mas necesitadas