SOMOS DEL CIELO

p0318027.JPG

Espero verte en breve y hablaremos cara a cara.

 ¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras!

Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente;  ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?

Apresúrate, amado mío,  y sé como una gacela o un cervatillo sobre los montes de los aromas.

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo.

aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús.

Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza, a quien sin haberle visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero creéis en El.   

El que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús.

En aquel día se dirá: He aquí, éste es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara; éste es el Señor a quien hemos esperado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación.

III Jn. 14   Is. 64:1   Sal. 42:1,2   Cant. 8:14   Fil. 3:20   Tit. 2:13   I Ti. 1:1   I P. 1:8   Ap. 3:22   Is. 25:9

Comparte:


Ultimos comentarios
  1. alan

Dejar comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *