JESUS, EL HIJO AMADO

Su Hijo amado.

   

Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.

He aquí mi Siervo, a quien yo sostengo, mi escogido, en quien mi alma se complace.

el unigénito Dios, que está en el seno del Padre.

En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.

Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él.

La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí. Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El.

Col. 1:13   Mt. 3:17   Is. 42:1   Jn. 1:18   I Jn. 4:9,10,16  Jn. 17:22-24   I Jn. 3:1


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