JESUS – NUESTRO ACCESO AL PADRE
En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
El camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie;
Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
Jesús le dijo Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. Así pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios,
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne,
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Jn.10:7 Mt.27:51 1 P.3:18 Heb.9:8 Jn.10:9; 14:6 Ef.2:18,19 He.10:19,20 Ro.5:1,2