LA VIDA ES CORTA
La apariencia de este mundo es pasajera.
El total de los días de Matusalén fue de novecientos sesenta y nueve años, y murió.
Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.
No sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
SEÑOR, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy.
Que cuando estén diciendo: Paz y seguridad, entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que el día os sorprenda como ladrón;
I Co. 7:31 Gn. 5:27 Stg. 1:9-11; 4:14 I Jn. 2:17 Sal. 39:4 I Ts. 5:3,4