AGUA DE VIDA

Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.

Anhelaba mi alma, y aun deseaba con ansias los atrios del Señor; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.

Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua. Así te contemplaba en el santuario,  para ver tu poder y tu gloria.

Todos los sedientos, venid a las aguas;  y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed.  Venid, comprad vino y leche  sin dinero y sin costo alguno.

 El Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida.

El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.

Mi sangre es verdadera bebida.

Comed, amigos; bebed y embriagaos, oh amados.

Jn.7:37   Sal.84:2;  63:1,2   Is. 55:1   Ap.22:17   Jn. 4:14;  6:55   Cant. 5:1

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