DIOS NOS LIMPIA DE NUESTRAS MALDADES


La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse.

Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: «Antes que cante el gallo, me negarás tres veces». Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

La sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

Me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza y mi corazón me falla.

Quieras, Jehová, librarme;  Jehová, apresúrate a socorrerme.

Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.

Hombre, él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios.

II Co.7:10    Mt.26:75    I Jn.1:9,7    Sal.40:12,13    Os.12:6    Sal.51:17;147:3    Mic.6:8

 

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  1. nancy de ostos

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