EL SENOR ES PRIMERO
Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos.
El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.
El primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas.
Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos.
Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.
El amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
Pr. 3:9 II Co.9:6 I Co. 16:2 He. 6:10 Ro.12:1 II Co.5:14,15 I. Co.10:31
El Señor brinda su amistad a quienes le honran,
y les da a conocer su pacto.