Aprender a vivir como verdaderos cristianos – 2da parte

1. Venciendo la tentación natural de nuestros impulsos carnales (11-12).   La filosofía de este siglo se caracteriza borracho.jpga dar rienda suelta a los impulsos de la carne y de allí que aprueba toda clase de manifestación y todo tipo de “orientación” sexual, bastando que el individuo lo quiera. Los modelos de este siglo son aquellos que no tienen ningún parámetro ético sino los que no se avergüenzan de su libertinaje. Su único freno es que los otros con quienes practicar las más inerrables aberraciones estén de acuerdo y sean mayores de edad. Los mismos gobiernos y legisladores agnósticos o seudos cristianos se han encargado de aprobar leyes cada vez que más den esa libertad de vida a lo que cada uno cree que debe ser lo bueno. Por el lado de la juventud, ante la falta de parámetros y de modelos éticos y sin tener que mucho bueno que imitar, se pierde en multitud de nuevas maneras de imitación de tendencias como son las viejas y nuevas llamadas tribus urbanas siendo los pokemones (imitación de los manga japoneses) una de las últimas atracciones en las cuales los jóvenes desde muy temprano se pierden en el limbo de sus vidas sin destino.  Por ello el viejo pastor nos insta con urgencia agregando ese “amados (gr. agapetós, queridísimos)”. Los deseos de la carne que batallan (gr. strategia= estrategia, batalla, guerra) contra el alma (gr. psyjé) y si a ello lo potenciamos con todo el entorno presente y facilitador, esa batalla se multiplica para los creyentes de este tiempo con más crudeza que en el sencillo mundo de los hermanos del siglo primero.

2. Venciendo la tentación del odio hacia las autoridades políticas insensatas(13- 15) . Ya en los versículos anterioresodio.jpg Pedro dejó claro que la única manera de cerrar la boca a los paganos era conservando una conducta irreprochable, ahora igual, ante todas las autoridades políticas, que en su tiempo no fueron respetuosas de la fe cristiana -incluso el mismo muere por decreto de uno de ellos y Pablo y miles de cristianos más- y por la misma fe enviaron a muchos a las cárceles, a la muerte, al destierro, pues sin embargo no sólo Pedro sino que todo el evangelio (a través de los evangelistas como de las epístolas) están en consonancia respecto a la sumisión a las autoridades políticas partiendo por el rey hasta los gobernadores locales que debían los cristianos tener. Estos hoy nos parece muy absurdo pero en el siglo primero y por muchos siglos después ésta era la única acción correcta para vivir algo en paz y cumplir el objetivo mayor que era la vivencia cristiana como la propagación de la fe. Llegada la democracia, donde el pueblo elige a sus propios gobernantes (se dice que la diferencia entre la tiranía y la democracia, es que en democracia es el pueblo mismo el que elige a sus propios sinvergüenzas. Espero que los discípulos del Señor tengan algo de humor. Lo muy grave no ayudan mucho), los cristianos en absoluto tienen que abstenerse de participar activamente y responsablemente en estos procesos aduciendo este texto y muchos otros similares dados en un contexto político cultural muy distinto. Es una irresponsabilidad de pastores y los que se dicen que enseñan la Palabra distorsionar la aplicación de estos textos llevando al rebaño del Señor a esconderse de sus deberes cívicos aduciendo para ello una base en la Palabra. Lo único que hacen es hacer una tergiversación de estos textos y desubicarse respecto al contexto histórico mismo en que se dieron. Los cristianos deben usar todo el derecho cívico que les otorgan las leyes nacionales para expresar su capacidad de juicio respecto de los actuales gobiernos y no deben tener ningún cargo de conciencia si su voto es para sacar malos gobiernos que pueden existir en sus países. Lo que no deben hacer los cristianos es participar en movimientos violentos, en grupos secretos que buscan el poder, en acciones que atenten contra el orden y la vida de otros, incluso de sus adversarios políticos. Aquí tenemos que conservar el principio petrino (de Pedro) que es el respeto y luego la aceptación de los gobernantes  elegidos y tenemos que apoyarles en oración aunque no sean nuestros preferidos, incluso por ello doble oración. Igualmente jamás debemos juzgar a ningún hermano que quiera ir más allá, como es el participar activamente en el ámbito partidista o político. En absoluto ello se opone a la fe. Hay más cristianos renuentes y apóstata sin ser políticos y por lo son por amor al mundo que en esos sociales. No estamos llamados a juzgar a aquellos que tienen una vocación de servir al Señor a través de estar en la política activa de su país. Sigamos con Pedro. Es muy interesante que junto con el llamado de someterse a las autoridades de su tiempo a la vez Pedro es muy valiente y deja un mensaje más que claro y es que raya la cancha a los poderes políticos de su tiempo diciendo cuál es su misión, la cual no es perseguir al justo,  sino al malo y de recompensar a los que practican el bien y este rayado nunca debe ser distinto en todos los tiempos y que de seguro los gobernantes del siglo primero muchas veces estuvieron muy lejos de cumplir tal vocación y los de nuestros tiempos modernos no lo hacen mejor.

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