La tumba de Jesús
Lectura: Lucas 24:1-12
No está aquí, sino que ha resucitado. -Lucas 24:6
En su documental The Lost Tomb of Jesus (La tumba perdida de Jesús), Simcha Jacobovici afirma la existencia de evidencia arqueológica que desmiente la resurrección de Cristo. Dice que las palabras «Jesús hijo de José» encontradas en un sepulcro cerca de Jerusalén se refieren a Jesús de Nazaret. También afirma haber identificado el ADN de Jesús.
¿Cuán válidas son estas conclusiones? La Dirección de Antigüedades de Israel las llama «tonterías». Otros eruditos seculares y religiosos están de acuerdo. Jesús y José eran nombres comunes en la Judea del primer siglo. Y Jacobovici necesita muestras del ADN de Jesús para compararlas con los huesos en la tumba. Obviamente, ¡eso es imposible!
Pero hay fuertes argumentos a favor de la resurrección de Jesús. Uno de los datos más convincentes es que todos los discípulos, a excepción de Juan, murieron en el martirio. Lo primordial de su mensaje era la resurrección de Jesús. (Hch. 2:29-32). Si Cristo no hubiese resucitado de entre los muertos, ¿por qué los discípulos eligieron morir en vez de negarlo?
Los ataques a nuestra fe y a las Escrituras van y vienen. No te dejes zarandear por estos ataques sin fundamento. Hace dos mil años, los discípulos fueron testigos oculares de la verdadera tumba de Jesús. Los ángeles les dijeron: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado» (Lc. 24:5-6). –
La resurrección es un hecho histórico que exige una respuesta de fe.