ACERCAME A TI
Llévame en pos de ti y corramos juntos.
Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.
Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor.
Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
He ahí el Cordero de Dios.
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en El vida eterna.
¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra.
Nosotros amamos, porque El nos amó primero.
Mi amado habló, y me dijo: “Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven conmigo. Pues mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido. Han aparecido las flores en la tierra; ha llegado el tiempo de la poda, y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra. La higuera ha madurado sus higos, y las vides en flor han esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía, y ven conmigo.”
Cant. 1:4 Jer. 31:3 Os. 11:4 Jn. 12:32; 1:36; 3:14,15 Sal. 73:25 I Jn. 4:19 Cant. 2:10-13