LA CONFESION AL PROJIMO
La confesión al prójimo
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad (i Juan 1: 9).
LA CONFESIÓN DEL PECADO es solo un aspecto del plan de Dios para ayudar a solucionar el pecado y sus consecuencias en la vida humana. Frecuentemente, el pecado no es contra Dios solamente, sino que hay otras personas a quienes nuestras faltas pueden afectar. El plan divino de la confesión requiere, si ha de haber sanidad total, que se haga confesión, no solo a Dios, a quien ofende toda falta, sino también al prójimo.
Esta es la razón por la que la Palabra de Dios nos dice: «Por eso, confiésense unos a otros sus pecados […] para que sean sanados» (Sant. 5: 16). La confesión tiene en sí el poder de restaurar heridas. Es parte del plan divino que los seres humanos arreglen sus problemas unos con otros, a fin de hallar paz con el prójimo y con Dios.
A veces es más fácil confesar a Dios nuestros pecados, que pedir perdón a quienes hemos ofendido. Hacer esto requiere humildad y valentía. Por eso, hay personas que evitan el encuentro con su prójimo al ir directamente a Dios. Pero el Señor sabe que eso no nos va a ayudar a solucionar plenamente el problema. Por eso recomendó: «Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda» (Mat. 5: 23, 24). Dios no puede aceptar la confesión hecha a él si hemos pasado por alto a nuestro prójimo.
La confesión tiene otro aspecto difícil que hace que muchas personas la quieran pasar por alto. Cuando la falta es privada, debe confesarse privadamente; pero cuando la falta es pública debe hacerse públicamente. Si hacer una confesión privada requiere humildad y valor, la confesión pública lo requiere en mayor grado. Esta es la razón por la que no escuchamos muchas confesiones públicas.
Que Dios te bendiga, oramos por ti!
Marzo, 20 2010
que nuestro Dios todo poderoso siga usando y bendiciendo su vida abundantemente y supla todas sus necesidades , es de gran bendicion q en momentos dificiles podamos recibir la palabra, y ser fortalecidos, mil gracias.
Es tan cierto, que debemos estar a paz con nuestros hermanos, porque si no pedimos perdon a nuestros hermanos y los amamos a quienes estamos biendo mucho menos a nuestro Dios que no vemos por eso muy bien dice la palabra que si llevamos una ofrenda a Dios y nos acordamos que tenemos problemoas con nuestro hermano que dejemos la ofrenda y nos pongamos de acuerdo y en paz con nuestro hemano y dspues presentemos nuestra ofrenda a nuestro Dios.gracias por esta reflexión porque nos pone a medirar.