UN CUERPO
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, así también es Cristo.
El es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia.
Y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
Somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Un cuerpo has preparado para mí.
Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.
Eran tuyos y me los diste.
Nos escogió en El antes de la fundación del mundo.
Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo.
Crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
I Co.12:12 Col. 1:18 Ef.1:22,23; 5:30 Heb.10:5 Sal. 139:16 Jn.17:6 Ef. 1:4 Ro.8:29 Ef. 4:15,16