LA LIBERTAD QUE CRISTO NOS DA
El pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!
Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley por medio del cuerpo de Cristo, para que seáis unidos a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
No estoy sin la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo.
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
El que comete pecado es esclavo del pecado; Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.
Ro. 6:14,15; 7:4 I Co.9:21; 15:56,57 Ro.8:2 Jn.8:34,36 Gal.5:1