CONFIAR SIEMPRE

 

 

Eben-ezer… Hasta aquí nos ha ayudado el Señor.


Estaba yo postrado y me salvó.

Bendito sea el Señor,  porque ha oído la voz de mis súplicas.

El Señor es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.

Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre. Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en príncipes.  

Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios.

Los guió por camino recto,  para que fueran a una ciudad habitada.

No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel; todas se cumplieron.

Cuando os envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿acaso os faltó algo? Y ellos contestaron: No, nada.

Porque tú has sido mi socorro,    y a la sombra de tus alas canto gozoso.

I S. 7:12   Sal. 116:6;  28:6,7;  118:8,9;  146:5;  107:7   Jos.  21:45   Lc. 22:35   Sal. 63:7

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