Sujeción
Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones. Tito 2:9.
Escuché una vez la historia de un hombre que, en la empresa donde trabajaba, era el primero en llegar y el último en salir. Trabajaba como si la empresa fuese suya. Era, por lejos, el empleado que más producía y que menos reclamaba.
Al llegar el mes de diciembre, el patrón lo llamó aparte y le dijo:
-¡Estoy muy agradecido por tu trabajo! Cuidas de tus deberes como si la empresa fuese tuya.
-No, señor -le respondió el empleado-: cuido de todo como si la empresa fuese de Dios.
Evidentemente, este hombre había entendido que el cristianismo no se limita a la iglesia. Es bueno cantar, orar y estudiar la Biblia; es maravilloso cuando el pueblo de Dios se reúne para alabar su nombre. Pero, es un argumento contundente en favor del cristianismo cuando los cristianos hacen de su lugar de trabajo un púlpito, desde donde se predica el evangelio sin palabras; donde la retórica está constituida por las acciones y el cumplimiento fiel del deber.
Lo interesante es que la fidelidad a Dios en los mínimos detalles beneficia al propio cristiano: no busca el beneficio, pero las bendiciones aparecen.
En el caso del hombre de nuestra ilustración, el patrón le dio una buena cantidad de dinero extra, como gratificación por sus servicios, y lo ascendió de puesto dentro de la empresa.
Este puede ser un día de trabajo diligente, de esmero en la práctica del deber, de iniciativa para ir más allá de lo que el deber impone. La mejor manera de hacer del trabajo una tarea agradable es convertirlo en un acto de adoración, cultivar la idea de que no trabajas para seres humanos sino para Dios.
Con estos pensamientos en mente, enfrenta los desafíos de un nuevo día en el poder y la sabiduría que provienen de Dios. Que tu presencia en la calle, en la escuela, en la familia o en el lugar de trabajo sea una fragancia suave, de olor agradable. Que las personas sean atraídas a Jesús por el poder de tu vida, y no solamente por la fuerza de tus palabras.
Y recuerda el consejo de Pablo: “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones”.
Que bien….! Exactamente hice en mi antiguo trabajo y ahora lo hago con el negocio que tengo… graciaas
Le doy gracias al Señor por hablarme a traves de esta reflexion. Es verdad, no es solo cantar, orar, estudiar la palabra y asistir al culto. Tambien tenemos que dar buen testimonio de nuestras vidas y contarle al mundo como hemos sido transformados por el Espiritu Santo. Estar prestos para predicar y llevar el evangelio, ser pescadores de almas para Cristo. Fuimos llamados a llevar las buenas nuevas de salvacion. Que nuestra adoracion y alabanza a Cristo siempre este en nuestros labios donde quiera que nos encontremos. Que seamos fiel siempre trabajando para la viña del Señor y aportando para ensanchar su reino. Gloria a Dios!!! Bendiciones a todos!
gracias por sus reflexiones esto me ayuda mucho a mi vida iespiritual que DIOS los bendiga
Linda reflexion… 😉
Que linda reflexión, AMO A MI TRABAJO, por que directa e indirectamente AMO A DIOS….. gracias DIOS POR TODO LO QUE NOS PROVEES.
es una buena leccion para nuestra vids
Eres un hombre d Dios y muy trabajador
cuando voy a ascender de puesto en la empresa divina…si no deseo trabajar por el Señor? cuando me van a aumentar el sueldo… si todo lo hago porque me lo exige Dios (nada mas porque el me lo ordena) si no no haga nada…
Los hijos de Dios tenenmos que ser como JOSE que el predico con su testimonio, haciendo prospera cada vez mas a Potifar su amo… José cuidaba de toda la casa de Potifar y aunque paso penalidades más tarde Dios lo recompenso poniendolo al frente cuidando los bienes de una grande Nación.
SOMOS CRISTIANOS SIEMPRE, NO SOLO DE FACHADA, LA MEJOR MANERA DE DECIR ES HACER, PUES HAGAMOS TODO EN EL NOMBRE DEL SEÑOR
Dios en nuestro proveedor