Algo que debe caracterizar al Evangelio es la muestra del Poder de Dios. Muchas veces la Palabra viene manifestada con muestras de poder cuando hay milagros, sanidades, liberación, milagros creativos, entre otros. Y es que el evangelio es como una voz de esperanza para millones de personas, si Dios muestra que puede hacer algo tremendo en mi vida, es una señal que lo puede hacer en la de alguien más, “porque ninguna cosa es imposible para Dios” (Lucas 1:37 JBS). En pocas palabras, todo esto se trata de autoridad.

Mira lo que la Palabra de Dios nos enseña en este día, “les aseguro que el que cree en Mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre” (Juan 14:12 DHH). Nunca antes en la Biblia apareció un personaje con tanto poder y autoridad, sé que en el AT hubo milagros bien sobrenaturales, como por ejemplo, la viuda y el aceite, el valle de los huesos secos, etc, pero el Señor Jesús vino a cambiar la historia de lo que ya se había visto y una de las cosas que hizo, que antes nadie había podido, fue liberar a los endemoniados. Pero, ¿qué está pasando con la autoridad de la iglesia hoy? Hay muchos que se han contentado hablando de prosperidad, otros se han contentado por creer que la iglesia es como un club.

En esta porción de la Palabra, el Señor Jesús nos asegura que las obras que Él hizo también aquellos que han creído en Su nombre podrán hacerlas, pero existe un énfasis en esta promesa: y hará más grandes. Esto quiere decir que lo que hizo el Señor Jesús también nosotros, si creemos, lo podremos hacer y aún mayores. No obstante, hay dos factores que detienen el Poder de Dios sobre la tierra: uno, la falta de fe y dos, la falta de autoridad. Con respecto al primero, la misma palabra nos enseña que, “para el que tiene fe, todo es posible” (Marcos 9:23 BLP), y hay muchos creyentes que antes de hacer el milagro ya han limitado el Poder de Dios y dudan. Ciertamente, ya el Señor donde hubo una gota de incredulidad no podrá hacer mucho, porque “en realidad, sin fe es imposible agradar a Dios” (Hechos 1:6 NBD). Si queremos dar muestras de poder y de autoridad, debemos empezar creyendo que sí podemos hacer las obras en el nombre de Jesús.

Finalmente, la falta de autoridad quiere decir que tenemos barreras mentales y limitamos el poder de Dios. Hay creyentes dentro de las iglesias que aún piensan que las liberaciones y las sanidades solo las pueden hacer los Pastores. Cuando el Señor Jesús delegó la autoridad para poder hacer estas y otras cosas más no pensó en un grupo de personas, sino en toda la iglesia, que es Su cuerpo. Mira lo que dice la Palabra nos enseña, “Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias” (Mateo 10:1 DHH). Hace mucho tiempo esta autoridad fue delegada a la iglesia, como creyentes debemos tomarla y hacer los obras que el Hijo dijo que podíamos hacer. Dios te bendiga sobrenaturalmente en este día. No olvides ser de bendición y comparte este mensaje con alguien más.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla