EL NOMBRE Y LA REVERENCIA
El nombre y la reverencia
Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo (Salmo 5: 7)
EL NOMBRE DE DIOS SE TOMA EN VANO cuando somos irreverentes en la casa de Dios y en los cultos. El Señor requiere reverencia cuando estamos en su presencia: «En cambio, el Señor está en su santo templo; ¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!» (Hab. 2: 20). A Moisés, Dios le dijo: «No te acerques más. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa» (Éxo. 3: 5). El sabio aconsejaba: «Cuando vayas a la casa de Dios, cuida tus pasos y acércate a escuchar en vez de ofrecer sacrificio de necios, que ni conciencia tienen de que hacen mal» (Ecles. 5: 1).
Bien haremos en prestar atención a estas palabras: «Debería enseñarse al niño a considerar sagrados la hora y el lugar de oración y los cultos públicos, porque Dios está en ellos. Y al manifestar reverencia en la actitud y conducta, el sentimiento que lo inspire se profundizará» (La educación, p. 237). «En medio de truenos y relámpagos Dios proclamó su ley a oídos de la vasta multitud. Rodeó la ocasión cuando dio la ley de una grandiosidad impresionante. Quería que el pueblo comprendiera el carácter exaltado de sus mandamientos. La gente debía aprender que todo lo relacionado con su servicio debería considerarse con la mayor reverencia» (Cada día con Dios, 16 de agosto). «La reverencia […] es una gracia que debe cultivarse con cuidado. A todo niño se lo debe enseñar a manifestar verdadera reverencia hacia Dios» (Profetas y reyes, p. 178).
Finalmente, debemos recordar que Dios recompensará a los que respeten y honren su nombre. También debemos grabar en nuestra mente que Dios castigará a los que deshonren su carácter. Lo dijo con claridad: «Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a pronunciar mi nombre a la ligera» (Exo. 20: 7). El respeto por el nombre de Dios, que es su carácter, implica una gran responsabilidad. Pero solo aprenderemos a reverenciarlo y respetarlo si comprendemos su infinita grandeza.
Día de recuerdos
Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios (Éxodo 20; 8-10).
ESTE MANDAMIENTO NOS HACE RETROCEDER hasta la creación del mundo. Empieza con la palabra «acuérdate». Para acordarnos tenemos que hacer memoria de la creación de nuestro planeta. Después de crear nuestro mundo y todo lo que hay en él, el registro bíblico dice que Dios hizo algo excepcional: «Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. El Señor bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora» (Gen. 2: 2, 3). Es interesante que después de crear todas las cosas materiales, Dios procedió a crear algo que no es material, pero que es parte de la creación divina. Este pasaje nos dice que Dios creó el sábado. Al hacerlo, hizo otro tipo de creación, ya que el sábado es una creación en el tiempo, no en el espacio. Todas las cosas materiales son parte de la creación espacial de Dios. Pero la creación del sábado pertenece a otra dimensión, la del tiempo.
Pero esta creación del sábado que, valga la expresión, “es un espacio de tiempo”, fue un hecho divino fuera de lo normal. Con este acto de creación, Dios estableció el ciclo semanal. Todos los otros parámetros del tiempo con los que el ser humano se relacionaría tendrían una explicación natural. El año es el resultado del movimiento de la Tierra alrededor del Sol. El mes lo es del movimiento de la Luna en torno de la Tierra (todos los pueblos de la antigüedad usaban meses lunares). El día viene del movimiento de la Tierra sobre su propio eje. Pero la semana de siete días no tiene ninguna explicación natural. No se pudo haber inventado por la observación de algún fenómeno natural. Es algo que Dios hizo en forma extraordinaria. No es ninguna maravilla que el Señor dijera siglos después, «acuérdate».
Que Dios te bendiga,
Junio, 12 2010
HOLA HERMANO ESPERO EN DIOS ESTÉN BIEN, HERMANO QUE DEBO HACER O ESPERAR PARA CAMBIAR MI CONDICIÓN PAGANO, AMO A NUESTRO DIOS, TAMBIÉN SUFRO POR EL GRAN SACRIFICIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, PERO RECONOSCO QUE NO SOY OBEDIENTE A SU LEY, QUIERO ESTAR EN SU PRESENCIA SER DIGNO DE PRONUNCIAR SU NOMBRE, SE QUE EL ME AMA, POR ESO A DIARIO LE PIDO QUE HAGA DE MI SU VOLUNTAD, QUE ENCAMINE MIS PASOS QUE ECHE FUERA TODA OBRA DE LAS TINIEBLAS, QUE POR FAVOR ME SALVE,
Buenos dias hermanos que bendicion abrir la caja de mansajes y encontrar tan bonita reflexion sobre algo tan importante como la reverencia en la casa de DIOS ; hoy dia vemos tanta falta de eso en las iglesias OREMOS para que los cristianos entendamos sobre la santidad de nuestro DIOS y aprendamos sobre la reverencia DIOS LOS BENDIGA
MIL BENDICIONES!!!!!!!!!!!!!!
ES VERDAD QUE EN ALGUNAS IGLESIAS SE ESTA PERDIENDO EL RESPETAR LA CASA DE DIOS YA QUE ALGUNOS HERMANOS LO TOMAN A LA LIGERA Y NO COMO UN COMPROMISO HACIA EL SEÑOR COMO DICE NUESTRO HERMANO HORACIO OREMOS POR TODAS AQUELLAS IGLESIAS DEL MUNDO PARA QUE SUS PENSAMIENTOS SEAN DIFERENTES Y APRENDAN A TENER REVERENCIA AL SEÑOR QUE ES EL CENTRO DE NUESTRA VIDA SECULAR Y ESPIRITUAL MUCHAS GRACIAS POR SU MENSAJE DEL DIA DE HOY. DIOS LOS BENDIGA.
LO QUE NOS LLEVA A FALTAR A DIOS ES LA IGNORANCIA, LA FALTA DE CONCIENCIA QUE TENEMOS Y EL NO ESCUDRIÑAR LAS ESCRITURAS , EN GENERAL NO TENERLO COMO CENTRO DE NUESTRA VIDA ,COMO UN GUIA , UN PADRE AMOROSO,SIEMPRE QUEREMOS HACER LO QUE NOS PLACE O CREEMOS QUE ESTA BIEN ,SIENDO ESTO LO QUE NOS APARTA DE EL,MIL BENDICIONES A QUIEN SE PREOCUPA POR CULTIVARNOS CON ESTA INFORMACIÓN TAN INTERESANTE,MIL GRACIAS Y DIOS LOS BENDIGA.