En medio del dolor

Hace algunos días una sobrina muy querida me llamo muy triste para pedirme que orara por ella, ya que había terminado definitivamente con su novio de 3 años. Ella decidió terminarlo debido a sus eternas discusiones y vida de constante llantos y tristezas. Me dijo: “me di cuenta que había dejado disfrutar la vida, mi familia, me afectaba en todo, pero estoy demasiado triste no creo poder soportarlo, por favor ora por mí para que Dios me quite este dolor y ya se me olvide rápido”.
Termine de hablar con ella y me sentí por triste por ella, solo tiene 18 años, empecé a orar por lo que ella me pidió, de repente Dios puso en mi corazón y pensé: No puedo pedirle a Dios que le quite este dolor, este dolor es necesario, necesita aprender a escoger en el futuro, Dios tiene que hacer de ella una mujer sabia y madura espiritualmente. Entonces cambie mi oración, le pedí que el Espíritu Santo le de sabiduría para saber qué es lo que Dios le quiere enseñar con esto, ese dolor debe tener un propósito, Dios siempre tiene planes mejore para nosotros.

Dios, toma el dolor y lo transforma en un instrumento de enseñanza. Necesitamos aprender de estos capítulos en nuestras vidas de dolor, en estos momentos más que nunca ora, derrama lagrimas delante de Él y permite que Él te consuele.

Romanos 5:3-5Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Por otro lado, también te puedo asegurar querido hermano(a), que Dios también tiene un propósito para aquel que consuela. En mi experiencia te puedo decir que Dios me ha permitido pasar momento de dolor, me ha consolado, me ha levantado en victoria. Cuando pasa el tiempo y alguien se me acerca a pedirme oración o pedirme consejo, al escucharla puedo darme cuenta perfectamente que Dios me habla, pues no es casualidad que tus situaciones hayan sido similares y en muchos casos idénticas a las mías, me sorprendo y sé que lo que Dios quiere es que consuele como Él lo hizo conmigo, amo ver como esa persona se siente esperanzada cuando le digo: te entiendo perfectamente a mí me paso lo mismo, puedo ver como los ojos se iluminan y se sienten abrazadas.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
2 Corintios 1:3-4

Deseo que sea de bendición para tu vida.

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